E-Bikernautas

   Lo primero que debo de hacer antes de escribir la crónica, o como se llame lo que yo hago tras cada ruta,  es reconocer el tremendo mérito, valor, fuerza y pasión  que por este deporte demuestran cada fin de semana las dos mujeres que nos acompañan en nuestras aventuras. Rocío y Nany….Nany  y Rocío, que tanto monta…monta tanto (nunca mejor dicho).

Por extensión,  quisiera expresar un reconocimiento  y un respeto general a todas aquellas mujeres y en especial a mi mujer, que han hecho los progresos y esfuerzos para convertir este deporte en algo apasionante.  Ellas, el mal denominado sexo débil, nos ha  acostumbrado a verlas cada semana,  escalando montañas, sorteando obstáculos, vadeando ríos, pasando frío y calor , bajando trialeras rápidas y técnicas,  siempre sin queja e incluso en mejores condiciones físicas y técnicas  que muchos de nosotros. Tanto es así  que  nos hemos habituado a verlas como uno más del grupo  y no damos mayor importancia a sus hazañas en los terrenos más inhóspitos y en las más adversas  condiciones meteorológicas.

 Esto que cuento puede sonar a demagogia barata y sin embargo no es nada nuevo para todos aquellos grupos  y equipos ciclistas en los que milita alguna mujer,  ya que tienen la oportunidad de observar el tesón y la valentía de la que hacen gala aquellas que adoptan voluntariamente el deporte del ciclismo en sus vidas. Preguntadlos y os dirán lo mismo que pienso yo.

Sois pocas…pero muy Bravas!

Y dicho esto, haré un ejercicio de memoria para recordar lo que dio de si esta tremenda ruta  que aglutinaba en un solo recorrido de 73,5 Km , algunas de las secciones  más duras de los trazados de 3 de las 5 pruebas  organizadas por el MTB cuatro estaciones. Las Rozas (Week End) , El escorial (La Imperial) y Valdemorillo (La clásica de Valdemorillo).         Un 3 en 1, ni los de Bilbao oye!

Para realizar la ruta, tomamos de referencia el track de un tal Elpi que lo califica como..ejem..ejem…  de dificultad técnica «moderada».  Craso error no fijarme de antemano en la ilustración de su perfil, representado por un hombre de Cromagnon, me hubiera aportado «muchas pistas» del tipo de ruta que nos esperaba.  ; )

Aún así, la ruta es muy bonita y  muy variada. Dispone de subidas potentes que luego se convierten en bajadas espectaculares y vertiginosas como la Cuesta del Paredón,  que desde los 624m. de altitud pica para arriba tras el paso del Rio Chico hasta Colmenarejo  situado a  884 m. en apenas 8 km ininterrumpidos de recorrido ascendente. Una buena manera de entrar en calor. La recompensa a la vuelta..los mismos kilómetros, pero esta vez..toooo p’abajo. Una gozada!

Atravesamos Colmenarejo con dirección al embalse de Valmayor  por la  suave bajada de la  Cañada Real del Camino de Madrid. Desprotegidos ahora del abrigo de la montañas, sentimos los famosos vientos racheados que han anunciado  días anteriores en las previsiones climatológicas.  Tras un corto itinerario bordeando el embalse por la concurrida carretera M-505 repleta de ciclistas, atravesamos el puente del embalse de los Arroyos ,que nos conduce hasta un pequeño bosque con infinidad  de pequeñas sendas tapizadas de escarcha y nieve,  toboganes y caminos de exuberante vegetación , siendo este uno de los tramos más bonitos de la ruta.

Hago aquí un inciso para destacar el gran número de bikers, solos o en grupo,  con los que nos hemos topado. Nos da una idea de la gran afición y de lo apropiado que ha de ser este entorno para practicar este deporte. Prosigo.

Por el Bosque de los Arroyos, seguimos el curso del Arroyo Ladrón  que  cruzaremos,  hasta encontrarnos  tras flanquear varias puertas en el campo, ( hum, quién le pone puertas al campo) en las calles del Escorial.

Aquí realizaremos una parada necesaria para reponer energías. Sin más dilación, emprendemos de nuevo el camino esta vez  por la carretera M-600 hasta encontrar a 3 kilómetros, un pequeño sendero a nuestra derecha que nos conducirá en un ligero sube y baja hasta Peralejo.

Desde allí,  hasta circundar  Valdemorillo es todo terreno favorable como los 6 kilómetros  de bajada del «Mortirolo» para disfrutar de un poco de velocidad. 60,7 km/h me ha marcado el GPS. Tengo ganas de ver los vídeos  grabados, porque las bajadas fueron vertiginosas y además me tomé la revancha del día que me tocó subirlo en dirección contraria. Casonsoria que dolor de gemelos!

Lástima que tras la  bajada,  nos aguardaba una nueva subida de otros tantos kilómetros,  por la Vereda del Madroñal. Coronamos pensando que sería nuestro último esfuerzo,  pero era más el deseo que la realidad. Cierto es que iniciamos una descenso rápido  y divertido por una  pista ancha,  pero nuestros ánimos se vinieron abajo al comprobar que  tras finalizar la cuesta, retrocedíamos de nuevo  por un caminito estrecho,siguiendo el curso de un riachuelo,  El arroyo del Membrillo, en el que repostamos el agua de unos  bidones más secos que nuestras energías.

Atravesar el riachuelo nos deparó el único empujabike de la jornada. Intentamos atajar las zetas que dibujaba nuestro track en la carretera de la Urbanización llamada » Las Cuestas», así que trazamos una línea recta escalando las laderas entre  chalets residenciales y  perros ladrando. Una cadena humana tirando de bicis hasta coronar la urbanización y luego…más cuestas,  hasta llegar a la bifurcación donde nos encontraríamos con el camino de subida que hicimos al principio y que ahora nos hizo relamer de gusto. Por fin, 6 kilómetros de bajada !

El resto fue desandar el camino hasta los coches. Debimos dejarlos en la parte baja de las urbanizaciones para evitarnos,  dado lo justos que íbamos de fuerzas,  la extenuante subida final.

En definitiva, una ruta muy bonita pero exigente físicamente.

El resto de fotos de la ruta:

El traka-track de la ruta:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8783409

El vídeo de la ruta final

Puro MTB

Marter