CONSULTA DEL DR. GRIJANDER. 9.00 HORAS.
-Toc, Toc… Se puede, Doctor?
-Adelante, adelante, pase usted.
-Buenos días, soy yo de nuevo.
-Ah si, perdone usted, no le había reconocido con ese ligero…»sobrepeso».
-Tiene razón, las Navidades y la Semana Santa en casa de la señora Angelines, me hicieron coger unos kilitos.
-Está bien, parece que lo que desea es un régimen de adelgazamiento….
-No, no, nada de eso. Quiero decir..que si me vendría bien, pero no vine a su consulta por eso.
-Bueno, pues cuénteme de una vez a que a venido!
-Es que, verá usted, …me ha vuelto a pasar! Dos veces en una semana!
-Pero hombre de dios, otro Rutón del Copón? Pensaba que ese asunto ya estaba diagnosticado y solucionado !
-Así lo creía yo también, pero no. Ha vuelto, y esta vez con más fuerza. Qué puedo hacer?
-Bueno, en primer lugar, cuénteme todo desde el principio.
-Pues verá, estos son los hechos:
El pasado sábado empezaron a saltar los whassap a media tarde. Estaban organizando una ruta por la Pedriza, y como no la conocía esa zona, me apunté de inmediato. Conociendo como conozco a la gente que iba, Carlos, Raúl y Goyo, me extrañó un poco el hecho de que la ruta fuera totalmente por pistas, pero el entorno merecía igualmente la pena.
Quedamos a las 8:15 de la mañana en el parking que hay dentro del Parque forestal en la carretera de La Pedriza, próxima a Manzanares el Real. Viniendo desde Madrid, tuvimos que pegarnos un buen madrugón para estar allí a la hora convenida. Nada mas atravesar la caseta de la barrera, seguimos con los coches por la carretera hasta el último de los parking permitidos. La subida es ya una premonición de lo que te va a deparar la jornada. Coronar el alto de Quebrantaherraduras, con los primeros rayos de sol de la mañana bañando la cima de la montaña, te ofrece un espectáculo visual que te pone los pelos como escarpias. Como si de un decorado pintado de proporciones gigantescas se tratara, se alza, enmarcado por ambos flancos entre las copas de los pinos, una luminosa e inmensa mole de granito. Esta visión me dejó en shock durante el resto de la mañana, aunque como se suele decir, la mancha de mora con mora se quita. Nuevas vistas me harían olvidar las anteriores y así sucesivamente. Como iba diciendo, no me detuve a fotografiar ese momento a pesar de ser mi primera intención, por no perder la estela de los coches que me precedían. Pero me prometí hacerlo a la vuelta como así fue.
En el parking había varios vehículos estacionados. No todos habían madrugado como nosotros, puesto que vimos gente vivaqueando entre los pinos. Un poco fresco el ambiente para dormir a la intemperie, pero hay gente para todo. El cielo estaba plomizo y mas bien frío. Tan solo me puse una camiseta de manga corta y unos manguitos en los brazos porque la primera parte de la jornada era todo subida y sabía que iba a pasar calor en las cuestas y la otra mitad sería bajada, pero ya avanzada la mañana no importaría. Primeras pedaladas y resuenan entre las montañas los ecos metálicos de los cambios de nuestras bicis. Clocnk… clonk ! No hay tiempo de rodar, apenas un centenar de metros y ya empiezan unas rampas tendidas que no nos abandonarán hasta un poco después de coronar La Pedriza y abandonar la pista principal. El firme es bueno, drena bien y tiene la humedad justa para favorecer el grip de las ruedas.
Se van sucediendo las vueltas y revueltas mientras hacemos alguna paradita para contemplar paisaje y recuperar el resuello. En una de ellas sentimos un estruendo a nuestras espaldas. Nos giramos al unísono y no damos crédito a lo que vemos. Un rebaño de rebecos bajan ladera abajo en estampida, saltando desbocados por la pista que acabamos de sobrepasar al más puro estilo Ñu del Masai Mara. Su paso es fugaz, ni tiempo tuvimos de sacar las cámaras de fotos. Afortunadamente, nos desquitamos de dicha frustración unos metros más arriba, cuando pudimos fotografiar un rebaño de cabras montesas de enormes cornamentas. Impertérritas, inmóviles y desafiantes entre las rocas de la montaña. Un espectáculo de los que se graban a fuego en la memoria y se convierten en recuerdos inolvidables.
No era plan pasar allí el resto de la mañana, aunque el momento invitaba a ello, pero aún nos quedaba un buen trecho de ascenso. Poco a poco, vamos ganando altura, que rápidamente volvemos a perder en alguna falsa bajada. Y vuelta a recuperar lo perdido hasta coronar la cima. Aprovechamos el ascenso para investigar posibles rutas futuras, siguiendo con la mirada un pequeño sendero que discurre paralelo al río Manzanares, en el fondo del valle. Se nos hace la boca agua pensando en cómo será ese camino. Aviso para navegantes, me apunto sin reservas a cualquier tipo de expedición por esa zona.
LLegó el momento de recoger el premio ante tanto esfuerzo. Recrear la vista a derecha e izquierda, contemplando las montañas, cordilleras, valles y embalses difuminados entre la brumas de la mañana. Unas fotos para el recuerdo y…tachánnn tachánnnn….buenas noticias, habrá sendero por las zetas! Bajamos buscando un hito de piedras que nos señale el comienzo de la bajante por los flancos de la pista. Tras un descenso de un kilómetro damos con él.
A partir de aquí, tan solo puedo decir que una imagen vale más que mil palabras y que el vídeo no hace justicia a la realidad. Dos topicazos, pero es la verdad. Disfruté tanto de la bajada que tan solo hice dos o tres fotos.
Una verdadera gozada de ruta. Lo pasé genial!
-Y eso es todo lo que puedo contarle doctor. Qué cree usted que me pasa?
– Y la segunda? Hablaba de que le ha sucedido dos veces en la misma semana.
– Tiene razón, también me ocurrió al día siguiente bajando por las zetas de La Hoya de San Blas, pero esa es otra historia que ya contaré con más detenimiento.
-Verá, he escuchado atentamente todo su relato y no necesito hacer ninguna prueba médica. El diagnóstico es fácil. Montañas, nieve, trialeras, zetas, cuestorros, bajadas, todo indica que usted, ha sido contagiando por …. El lado oscuro!
-¿¿¿¿ Quéeeeeee, el Lado oscuro???? Pero eso es.. El Enduro Extreme ! Y qué me puede recetar?
-Le recetaré un casco y gafas integrales, unas coderas, y unas rodilleras. Buenos días y que pase el siguiente.
-Pues si, me gusta el lado oscuro. Hasta la próxima doctor!
Gracias a Carlos, Raúl y Goyo. Pasé una mañana muy divertida!
El traka-track de la ruta
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9408069
Las fotos que no puse en el blog, podéis encontrarlas en calidad original en Flickr:
Y como de costumbre, para quien se haya leído todo el relato..el caramelito del vídeo en HD y buena música.
Espero que os haya gustado la crónica y si es así, siempre se agradece un comentario.
Saludos bikernautas
Marter
Imprescindible lectura. Envidia sana y ganas de la próxima. Enhorabuena X la pluma y por las vistas
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Muchas gracias Santos, es un honor tenerte como fiel lector de este blog. Espero tenerte como protagonista en próximas crónicas. Bikersaludos 😉
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Estaba deseando tener un paréntesis para leer tú crónica. Por fin!
Genial, estupenda crónica. Que bien sienta por las mañanas tomándote un café. Gracias por esos momentos. 👍😊
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Gracias Nati , por dedicar tu tiempo a leer estas crónicas con tanta atención. En la próxima serás parte de los protagonistas. Espero q te guste.
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Genial crónica, Sin duda a la altura de la ruta. Y el video una pasada
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Y la ruta a la altura de los compañeros. Gracias Goyo.
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