E-Bikernautas

Fin de semana completito con sesión doble de bici. El sábado, ruta tolerada para todos los públicos por El Escorial. El domingo, ruta  calificada X por La Pedriza. Vayamos por orden.

Segundo intento para realizar esta bonita  ruta  desde El Escorial. La semana pasada una tormenta de nieve nos impidió llevarla a cabo, pero este sábado amaneció un día espectacular que  nos permitió disfrutar de una de las rutas que más han gustado a Mary. Tiempo primaveral, soleado, unos cafés con palmeras de chocolate y comenzamos la travesía desde el parking de la estación de cercanías. El olvido del móvil en el coche nos retrasa unos minutos. Iniciamos la marcha cruzando las vías del tren por el paso subterraneo  y enfilando la calle de Ntra.Sra. de la Herrería que nos conduce directamente a una cancela de color verde que da paso al camino del Castañar en el precioso Bosque de la Herrería.  Declarado Paraje Pintoresco en 1961, conserva milagrosamente su arboleda original, pardos robles melojos, fresnos dorados, de amarillo tostado los castaños, rojo encendido los arces de Montpellier y de infinitas tonalidades entre el dorado y el encarnado, cerezos, ciruelos, manzanos y perales silvestres, avellanos, boneteros, endrinos, majuelos, escaramuzos, helechos, saúcos, aligustres, bardagueras, enormes bloques de granito  y pequeños senderos que discurren a ambos lados de la carretera asfaltada que nos lleva a intuir las ansias de Felipe II por ver finalizado el que sería mayor edificio jamás construido en la cristiandad. Y es así, porque en esta elevada atalaya de romo granito, se encaramaba el monarca, mejor dicho: lo encaramaban un día sí y otro también para ver el avance de las obras del Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Aún se conserva en el monasterio la silla en la que el monarca era transportado, con ingeniosos sistemas reclinatorios y pequeñas ruedas para desplazarse por los pasillos de palacio.

Desde la silla, se combinan dos monumentos fuera de serie: uno, el monasterio, histórico y severo como quien lo mando erigir; otro, el bosque, exhuberante y exagerado como la naturaleza que lo gobierna. Este es el punto más elevado de la ruta y se accede sin apenas esfuerzo.

El resto del camino es un suave descenso junto a los prados del Rincón y Cendreros hasta atravesar la carretera  M-533, donde tomaremos la famosa y divertida colada de la Crucijada. Un largo camino de 11 kilómetros, entre tapias y umbrías, con buen firme, que nos acerca tras atravesar el pequeño arroyo de Fuentevieja, en La Pizarrera, junto al Embalse de Valmayor,  que algo ha crecido el nivel de sus aguas desde lo visitamos en el mes de noviembre.

Bordeamos el cordal del embalse, por estrechos senderos hasta encontrarnos el paso del río Aulencia. El río se vadea sin problemas por un paso de troncos amontonados.

En este punto hemos llegado a la mitad del recorrido, nos detenemos para tomar un avituallamiento entre árboles secos y de aspecto fantasmagñorico.  Aún tenemos por delante 18 km. y un «desafortunado incidente» sin consecuencias, casi nos priva de recorrer los preciosos senderos que circundan el margen del embalse de Valmayor, el embalse de los Arroyos y  de Las Lagunas I y II hasta atravesar la vía del tren a la altura de Las Zorreras y tomar la colada de Navalquejigo.  Un trayecto  por espaciosas dehesas, entre callejas, que esta vez no encontramos inundadas como en ocasiones anteriores. Tras abrir y cerrar multitud de cancelas, ponemos punto final de nuevo en las calles del Escorial, en el mismo bar donde desayunamos, pero esta vez nos regalamos unas cervezas y un par de raciones bastante cutres en la soleada terraza.

Una ruta cinco estrellas,  muy recomendable para todo tipo de personas y de mediana condición física.

El track en Wikiloc:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12323061

El vídeo en Vimeo. ( con letreros describiendo todos los caminos, y lugares de interés)

Saludos Bikernautas.

Marter