E-Bikernautas

Como siempre que subimos a las montañas llevamos plan A y plan B.

Plan A: Subida pistera desde Lozoya hasta La Horizontal, visita turística a la Chorrera de San Mamés, rodar por la Horizontal hasta el Centro de Esquí Nórdico y bajada picante por trialera desde Las Lagunillas hasta Lozoya.

Plan B: Subir desde Lozoya hasta dónde la nieve nos lo permita, visita turística a la Chorrera de San Mamés y bajada por donde hemos subido.  Qué se le va ha hacer, no siempre hay varías vías alternativas ; )

Se impuso el plan B. La inactividad ciclista de Mary durante un mes largo, la altitud y la nieve que empezaba a acumularse en las pistas nos batió en retirada a tan sólo 1 kilómetro de coronar el punto más alto, sin poder realizar así la ruta circular prevista. Conseguimos eso sí, el objetivo principal de la jornada, que era visitar la Chorrera de San Mamés.

Para completar el plan A previsto,  diseñé el track en sentido antihorario, inverso a cuantos encontré en wikiloc. Salida desde Lozoya, en dirección a Navarredonda, subida larga y tendida durante cerca de veinte kilómetros por praderías y dehesas, atravesando el caudaloso Arroyo del Chorro al que da nombre la cascada que visitaremos.  Siempre en continuo ascenso,  hasta la Casa del Leñador,  donde tras sortear la barrera y reponer energías, empalmamos con la pista amplia y los pinares que dan acceso primero a una fuente y acto seguido al desvío de kilómetro y medio, con  porteo incluído  para visitar la cascada. Un breve recorrido por éste y finalmente optamos por aparcar las bicis, puesto que el tramo final es inciclable y se hace bastante trabajoso cargar con ellas. El Chorro es considerado el salto de agua más grande de la Comunidad de Madrid, con una altura por encima de los treinta metros, se despeña al pie de la ladera del Lomo Gordo, de 2.075 metros, el último de los dos miles del lado oriental de los Montes Carpetanos. En esta época está espectacular, es un tobogán de roca con abundante caudal de agua, que brinca y brama desbocada, recorriendo el valle hasta vertir sus aguas en el embalse de Riosequillo, donde se espejan el cerro de El Cuadrón, la mole de Mondalindo y los riscos de La Cabrera. La naturaleza, acaso para compensar, ha erigido el mayor de sus monumentos en el pueblo más pequeño del valle: San Mamés.

Hechas las pertinentes fotos y admirado durante largo tiempo este espectáculo natural, emprendemos el regreso con paso rápido, puesto que es la hora en la que llegan los senderistas y nuestras bicis están expuestas y sin atadura ninguna a un lado del camino. Afortunadamente siguen donde las dejamos, y tras desandar lo andado del desvío, iniciamos las zetas de subida que nos dejarían en el punto más alto de la ruta. Sin embargo, tras las dos primeras curvas de ascenso, las advertencias que nos hicieron aquellos ciclistas con los que nos encontramos se hacen realidad. La nieve cubre el camino y las fuerzas no dan más de si. Decidimos no forzar y reemprendemos desconsoladamente el camino de regreso por donde hemos venido. Tan sólo nos quedaba la opción de buscar algo de diversión por los estrechos senderos en desuso entre las tapias de las fincas. La mayor parte de ellos han sido colonizados por zarzas y maleza, provocando posibles pinchazos y desgarros. La larga y tendida subida es ahora una larga y tendida bajada que nos deposita en Lozoya donde dimos cuenta de un buen bocata y sus respectivas jarras.

Queda pendiente la bajada para próximas rutas por el Lozoya.

El track en wikiloc:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12669453

Las fotos en Flickr:

https://flic.kr/s/aHskxfnAnn

El vídeo en Vimeo:

Saludos bikernautas

Marter