El impacto de las actividades mineras en el territorio no sólo afecta a la pérdida de masa vegetal y de suelos de gran valor agrícola, sino al deterioro paisajístico, a la degradación del acuífero y a distintas formas de contaminación. Edita: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Comunidad de Madrid.
Pues eso, ya hice la protesta ecológica pertinente de cada una de mis últimas crónicas. No soporto las demagogias.
Aprovechamos el último día de las vacaciones de Semana Santa para recorrer una zona muy próxima a Madrid y que en gran parte no conocíamos aún. Las Lagunas del Campillo. Pinchando en el enlace, encontraréis el folleto explicativo de la Comunidad de Madrid, donde aparece estupendamente detallado el origen y características de este rico espacio natural perteneciente al parque Regional del Sureste. A modo de resumen diré para aquellos que no tenéis tiempo de leer folletos que la extracción de áridos destinados a la construcción genera en los fondos de valle zonas húmedas artificiales. En cambio, dichos trabajos dan lugar a medios lacustres que paradójicamente diversifican la flora y la fauna del entorno. Como dice mi madre: «No hay mal que por bien no venga».
La ruta sigue un sentido horario. Comenzamos en el parking de la estación de metro de Rivas , callejeando hasta abandonar las calles del casco viejo y enfilamos las primeras rampas de subida hacia los cantiles. En escasos 4 kilómetros habremos superado un desnivel de 150 metros. Una vez arriba nos acercamos con prudencia al borde de los acantilados y hasta donde alcanza la vista por nuestra izquierda, obtendremos unas inmejorables panorámicas de todo el parque regional. Desde Mejorada del Campo, Velilla de San antonio, hasta Arganda del Rey, reconocible por la silueta recortada de su cementera. Abajo, a nuestros pies perfectamente visibles las lagunas del campillo y los senderos que recorreremos por ellas a nuestro regreso. Si miramos hacia nuestra derecha, seguimos el curso del río Jarama confluyendo con el Manzanares en nuevas lagunas y cantiles, frente a los Cerros de La Marañosa, donde aún se aprecian los daños producidos por los recientes incendios de este verano.
El recorrido por la parte alta de los Cantiles se alarga durante 10 km. hasta llegar a la Ermita del Cristo de Rivas, pasando por la zona del telegrafo, donde encontramos multitud de senderos y saltos artificiales para practicar enduro. Atención a esta zona, puesto que está muy concurrida por galgos y sus propietarios dando caza a la superpoblación de conejos y liebres. Como era día de «ruteo», no seguimos ninguno de estos senderos entre pinares. Tras pasar el Cerro del telégrafo, llegamos a la zona más árida de la ruta. La Rubia, el Quemadero y Los Ladrones son algunos de los nombres de las parcelas que atravesamos hasta abandonar los cerros y descender al nivel de una peligrosa carretera que nos deposita en la margen contraria del Río Jarama. Cruzamos el primer destartalado puente de hierro cuyo letrero reza : Puente en mal estado y seguimos el discurrir del río, flanqueados a ambos lados por las susodichas lagunas, empachándonos con su frondosa vegetación de ribera aún sin eclosionar y un sinfín de senderos. En esta fecha del año, las lagunas aún permanecen desiertas de miles de aves que no tardarán en regresar de sus migraciones y las poblarán como cada temporada. Claro que con el buen tiempo, también llegarán los enjambres de mosquitos y será conveniente circular con la boca muy cerrada. ; ) A lo largo y ancho de ellas hay varios miradores y puestos de observación de aves desde donde los aficionados a la ornitología y a la fotografía en general, podrán observarlas y fotografiarlas sin molestarlas.
Por estos «serpenteantes» caminos, (y no lo digo tan solo por revirados, sino porque tuvimos ocasión de pasar por encima de una de estas bichas con el consiguiente zuzto, como se aprecia en el vídeo ; ) llegaremos al Centro de interpretación del Campillo, donde las familias y colegios pueden disfrutar de diversas actividades, como sendas guiadas en inglés, usos de plantas aromáticas, talleres de cestería, visitas a bodegas, viaje en el curioso tren de Arganda que pita más que anda ; )…etc.
Desde este lugar, tan solo nos resta recorrer el último tramo de unos 5 km, paralelo a los acantilados y a la vía del tren, para llegar a nuestro punto de destino tras recorrer una distancia de 39 km. Un bonito paseo primaveral, para disfrutar de la naturaleza en libertad. Incluídas las serpientes ; )
El track de la ruta en Wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12747002
Las fotos en Flickr:
El vídeo en Vimeo
Un saludo Bikernautas
Marter
Me gusta! Una ruta chula y tranquilita… Cerca de Madrid.
La música del vídeo muy bien elegida.
Menuda fauna….
Genial tu trabajo.
Un saludo
Nati
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Es verdad Nati, nos vamos a visitar dehesas y montes a gran distancia de casa y tenemos el «patio de atrás» sin explorar.
Una ruta muy recomendable para hacer en primavera.
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Ruta muy agradable para esta primavera, buena cronica y buenas fotos.
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Si, y a tienes a la vuelta de la esquina de tu casa.
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