En primer lugar dar las gracias a Charli, que me ha prestado su cámara para poder seguir documentando graficamentes cada una de las rutas que hacemos (ya está en camino mi nueva cámara, puesto que la ardilla ha cogido gusto al multimedia y no piensa devolvérmela).
En segundo lugar, tengo que pedir disculpas por el encuadre del vídeo. La colocación de la cámara en el casco es un poco más adelantada a la que yo tenía habitualmente y he apuntado demasiado bajo el ángulo de cámara, por lo que los maravillosos paisajes que debería haber grabado quedaron fuera de cuadro. El lado positivo de este contratiempo es que podréis conocer con todo lujo de detalles cómo son todas y cada una de las miles de piedras que os esperan si decidís «surfear» por la preciosa Loma del Noruego.
Un poco de historia para situarnos. La Loma del Noruego es una suave pendiente que desciende desde la Bola del Mundo al Puerto de Cotos. Recibe su nombre de Birger Sörensen, primer esquiador de la Sierra del Guadarrama y pionero del esquí en España. Nació en 1877, en la ciudad noruega de Fredrikstad. LLegó a Madrid para encargarse de la sucursal de la empresa familiar Compañía de Maderas Sörensen Jakhelin y CIA, situada en la Calle Argumosa de Madrid. Esta empresa tenía su centro de actividades en la localidad de Barum, en la región noruega de Christiania. Curiosamente, en esta región noruega se inauguró la primera escuela europea de esquí moderno y se celebró el primer campeonato internacional. Con este historial, Birger Sörensen no podía dejar de pensar en la nieve y en sus viajes hasta Rascafría, donde acudía al aserradero de la Sociedad Belga de los Pinares del Paular para hacer encargos de madera, encontró en la Sierra de Guadarrama un reducto donde dar rienda suelta a su afición por el esquí. También descubrió que en la España de la época existían algunos personajes extraños a los que les gustaba el deporte y la naturaleza, y que sentían pasión por nuestra sierra. A la cabeza de esos excursionistas se encontraba Manuel Bartolomé Cossío y otros ilustres guadarramistas como Manuel González de Amezúa, fundador del Club Alpino Español. Junto a Sigurd Christiansen, su apoderado en la empresa familiar, comenzó Sörensen a iniciar a estos entusiastas españoles en la práctica del esquí, e incluso les fabricó los esquíes en su fábrica de madera.
Por desgracia, Birger Sörensen falleció muy joven, en 1910, a los 33 años de edad, víctima de unas fiebres tifoideas. El hombre avanzado, llegado de Noruega, que introdujo el esquí moderno en España, no pudo sortear una enfermedad que no supo cómo combatirse hasta años más tarde.
Queda su recuerdo en la toponimia de la Sierra de Guadarrama, en un enclave frecuentado por esquiadores, que rinden homenaje, muchos de ellos sin saberlo, a Birger Sörensen, el noruego.
Para disfrutar de La loma del Noruego hay que ganárselo, escalando los duros porcentajes de la pista de cemento que parte desde el Pto. de Navacerrada y te lleva a la cima del Alto de Guarramillas o Bola del Mundo situada a 2.258 metros. Pero sin duda alguna, merece la pena el esfuerzo. Recuperamos el aliento contemplando la perspectiva de 360º que tenemos desde aquí arriba. Para no quedarnos fríos tras el esfuerzo, rodeamos la estación de las antenas buscando un poco de resguardo del aire frío que sopla a esta altura. Nos colocamos las «protes» antes de iniciar el descenso por las que aparentemente son las suaves lomas que nos conducirán al Puerto de Cotos. Un espejismo, tras unos cuantos metros rodando por una suave pradera, encontramos un único sendero posible por el que transitar, repleto de piedras que engordan y se multiplican proporcionalmente al aumento de la inclinación de dicho sendero.
El punto más conflictivo en mi opinión se encuentra en la cota 2150, junto al vallado de juncos que delimita Castilla de Madrid. Un paso mal definido de pedrolos que puede «surfearse «si te lanzas con decisión. Allí nos encontramos la sorpresa más grata del día. Contemplamos durante largo tiempo tras esa valla, apostadas entre las rocas, seguramente por ser ese el lugar más inaccesible de toda la montaña, toda una cabaña de cabras montesas imperturbables, resguardándose del viento y del asedio al que sometemos la Sierra de Guadarrama cada fin de semana senderistas, runners y ciclistas. Tremendo.
Sin creernos aún que no dieran la espantada ante nuestra presencia, continuamos nuestro pedregoso camino. Algún tramo nos daba respiro y nos dejaba rodar sin traqueteo, permitiéndonos levantar la mirada para contemplar al frente el Parque Natural y Cumbre de Peñalara y detrás, cada vez más lejos, las Pistas de Valdesquí, labradas en las laderas del Circo de Guarramillas como si se tratase de unas figuras del valle de Nazca . Casi sobrenatural.
En la cota de 1886 metros el camino se introduce en un frondoso pinar. Aquí cambia la inclinación elevándose hasta El Altozano a 1921 metros, donde se encuentra un depósito en el que decidimos sentamos un buen rato, para disfrutar de los agradables rayos de sol que se filtraban en ese claro del pinar.
Quinientos metros más tarde llegamos a Cotos, final de nuestra peripecia montañera. El regreso hasta el Pto. de Navacerrada lo hicimos por carretera, donde recordamos las vivencias de la mañana mientras tomábamos un buen par de tercios de cerveza con un super pincho de tortilla. También nos lamentamos de no haber empezado la ruta en Cercedilla por la mañana porque estábamos con ganas de seguir bajando por el bonito Camino Schmid y el camino Viejo de Segovia. Aunque pensándolo bien, estarían llenos de senderistas, runners y ciclistas. Pobres cabras.
Consejos para pasar este camino:
-Sujeta el manillar con firmeza para mantener la trazada que deseas.
-Utiliza siempre una velocidad uniforme durante la bajada. Demasiado rápido tendrás un rebote incontrolado entre las piedras y perderás la línea de paso deseada. Demasiado lento clavarás la rueda y probablemente salgas despedido por encima del manillar (salir de orejas)
-Si tienes que frenar usa el freno trasero, la rueda delantera debe rodar libremente siempre.
-Levanta la vista unos metros por delante de tu rueda delantera para anticipar la línea de paso más despejada posible y en caso de encontrar obstáculos poder tomar decisiones con tiempo de sobra.
-Baja la tija de tu asiento y echa tu culo atrás para compensar el desnivel y posibles clavadas de horquilla. Mi rueda trasera ha dejado su huella marcada en mitad de mi trasero en varias ocasiones.
-Confía en el recorrido de tus suspensiones.
-Si no tienes claro alguno de estos conceptos o tu bici no está bien preparada…no te arriesgues, bájate de ella y disfruta de las vistas mientras caminas. Merecen la pena.
El track en Wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14783745
Las fotos en Flickr:
El vídeo
Saludos bikernautas
Marter
Bonita ruta Manolo,lastima no haber podido acompañaros , ya sabes que es de las mias .Bueno me alegro que la hayais disfrutado
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Lo sé Paco, las obligaciones son lo primero y las montañas siempre estarán esperando a que estés libre para visitarlas. Recuerdos para Ana.
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