¡Han llegado las nieves!
Y como es lógico tras tanta sequía y calores extremos, no me he aguantado de ir a verla de cerca.
He metido mi bici de buena mañana en el coche y me he acercado hasta Cercedilla confiando en las previsiones del infalible Meteoblue. No falla. Un sol espléndido y un aire frío me han recibido al salir del coche. Nubes de nieve ocultaban los picos más altos de las montañas. Tomo la senda del Agua para evitar el monótono asfalto hasta las Dehesas. Bonitos tramos de sube y baja entre bosques, resguardado del viento. Desde las dehesas tomo el camino Puricelli hasta el Mirador de los Poetas. A medida que ascendemos, la nieve caída durante la noche se hace más presente sobre los helechos y los árboles. Desde aquí, los copos de nieve se convierten en compañera en los tramos orientados hacia el norte. Las frías temperaturas han congelado el suelo pero no impide rodar hasta La Fuenfría. Encuentro muchos senderistas a lo largo de la ascensión que aprovecharon para pisar las primeras nieves del año, pero muy pocos ciclistas que generalmente invaden este camino los domingos con climas más benignos. La pereza del frío.
En la Fuenfría, tomo el Camino Viejo de Segovia que me llevará de regreso hasta Cercedilla.
Hacía algún tiempo que tenía ganas de conocer este camino histórico en desuso, pero por uno u otro motivo lo iba aplazando. Bajarlo con nieve añadía ciertas dudas al desconocimiento del terreno. Decidí hacerlo con precaución, pues la nieve caída tapaba el suelo plagado de rocas y no quería encontrarme con sorpresas inesperadas. Pero precisamente esa misma capa de nieve, alisaba el terreno, permitiendo pasar sobre las piedras con mayor facilidad, y en cuanto rodé una veintena de metros, solté los frenos y dejé que la bici se lanzara con mayor velocidad. La primera parte del camino está bastante roto y lleno de piedras sueltas. Las canalizaciones de los pasos de riachuelos pueden hacerte desmontar si no llevas un ritmo alto, pero son asequibles. A medida que descendía, el terreno se vuelve más suave y ondulado, y tras estas últimas lluvias caídas, está perfecto, con mucho flow. Eso no quiere decir que haya que descuidarse, hay varios pasos con escalones que a medida que vas sintiéndote cómodo con las piedras y las raíces se pasan con mayor seguridad y disfrute.
En esas estaba, cuando mi rueda trasera empezó a «flanear». El obús del tubeles estaba partido por culpa de alguna pedrada y comenzó a perder aire. Resultaba complicado mantener la trazada. Intenté seguir todo lo posible pero no resistió, me exponía a romper la llanta. Me detuve a desmontarlo y meter una cámara nueva, lo que me llevó más tiempo del que pensaba. De ahí hasta el coche por la carretera y regreso a casa. Muy satisfecho tras la primera salida con nieve. Son una gozada.
P.D: No somos conscientes de lo importante que es ir bien equipado al monte. Sobre todo si vas solo. Cualquier imprevisto puede suponer un peligro para tu seguridad o simplemente estropearte un día de bici. Mi mochila pesa una tonelada, la sufro en cada cuesta de cada montaña, pero en casos de emergencia como este me saca de buenos apuros. Un móvil con la batería llena, una bomba de aire, desmontables de rueda, una cámara de repuesto, bridas, una navajita, un pequeño alicate plegables, herramientas multiusos, un eslabón rápido de cadena, un pequeño botiquín, baterías y pilas de repuesto, algo de dinero, un mechero, un par de barritas energéticas o geles de fácil absorción, agua…son algunas de las cosas que deberíamos llevar siempre y reponer en nuestra mochila en cada salida a la montaña.
El trac en Wikiloc: Como el día estaba gafado, mi móvil se quedó misteriosamente sin batería y no conseguí grabar el track. Así que adjunto el del usuario Afar, que es por el que yo me guié: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4830683
Las fotos en Flickr: https://flic.kr/s/aHskN6HkJQ
El Vídeo en Vimeo:
Un saludo Bikernautas
Marter
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