PiriVana-Caraneos, con este juego de palabras cruzadas comenzó a fraguarse una idea de esas que van tomando forma una noche de cenas y copas y que poco a poco se hacen realidad. Cuando decidimos, allá por el mes de marzo, organizar este viaje por el Pirineo Aragonés, alternando rutas de MTB y senderismo, nunca imaginamos que esta aventura resultara tan exitosa. Decidimos además, añadir un extra de aventura y alquilamos para ello una autocaravana que nos permitiera recorrer el Pirineo oscense desde Navarra hasta Cataluña, o lo que es lo mismo: recorrer las 4 comarcas del Pirineo Aragonés: La Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe y La Ribagorza, además de una excursión por Francia. En el momento de escribir la crónica de los diez días que duró la travesía, me queda la agradable sensación de haberla compartido con una compañía encantadora, Mary, Naty y mi tocayo Ángel. Tuvimos la fortuna de disfrutar de un clima inmejorable, unos paisajes increíbles, un transporte fantástico, la intendencia insuperable y unas rutas …. inolvidables.
Varias fueron las noches de cenas caseras en las que intentábamos organizar y controlar todos los contratiempos e itinerarios a los que debíamos enfrentarnos en un medio de transporte tan desconocido para nosotros como el «caravaning». Durante aquellas divertidas y gastronómicas veladas, intentábamos apuntar todo lo necesario en una pequeña lista de papel (que más adelante se convertiría, tratando de dar seriedad y oficialidad a la empresa) en una lista Excel. Sin embargo, las noches transcurrían y en la lista tan sólo aparecían tres apuntes a tener en cuenta: Ginebra, cerillas y una bola anti-ronquidos de «dudosas prácticas».
La fecha de partida se acercaba y nos tomamos más en serio la situación. Por fin reservamos la caravana y comunicándonos vía dropbox, google drive, whassaps y emails, nuevos apuntes engrosaban la lista definitiva de objetos que no deberíamos olvidar . La locura telemática. Llegado el momento, olvidamos dicha lista y tiramos de memoria con los consiguientes olvidos. La aventura es la aventura.
DÍA 1: Madrid-Javier
Por fin llegó el ansiado «día D». Un pequeño contratiempo de salud, nos obligó a retrasar un poco la hora de salida, pero todo se solucionó con normalidad. Últimas indicaciones sobre el funcionamiento de la caravana. Un mundo de instrucciones que aún sigo intentando entender, sobre llenado y vaciado de depósitos de aguas normales, aguas grises y aguas negras, apagar motor y abrir bombonas de gas, electricidad..etc. Todo el menaje y vestuario debidamente compartimentado, las bicis en la bodega en modo tetris. Entrega de llaves, contacto y….arrancamos! Opsss! en el último momento, una ventana se desprende y una cerradura no cierra. Afortunadamente aún estábamos dentro del recinto de alquiler y lo reparan todo sin demasiadas protestas. No serían estas las únicas «sorpresas» que encontraríamos, puesto que a lo largo de los días, comprendimos el verdadero significado de la frase «Obsolescencia Programada».
Solventados los primeros contratiempos, como novatos e inconscientes de las ventajas de tener cocina y frigorífico, comemos dentro de la caravana hamburguesas y patatas fritas de Burger King. Ya aprenderíamos!
Enfilamos a ritmo legal de caravana por la A-2 rumbo a Pirineos. La noche nos sorprende en el pueblo navarro de Javier y optamos por pasarla en una de las calles de pueblo. Pensábamos visitar su bonito castillo, pero llegamos tarde. Esta vez si, preparamos la cena con barreño de ensalada, empanada, café, postre y otras «delicatessen». Paseo a la luz de la luna para bajar la cena y a dormir temprano que nos esperaba un nuevo día.
DÍA 2: Javier-Sainte Engrâce-La Groute de La Verne y Les gorges de Kakueta
Aparecieron las montañas y qué montañas!
Tras un generoso desayuno digno de un super buffet de hotel, como cada uno de los desayunos que preparó Naty durante todo el viaje, pusimos rumbo a Francia por el Valle del Roncal. Extasiados ante las moles y los puertos que comenzábamos a subir hasta cruzar la desaparecida frontera. Mientras descendíamos por reviradas carreteras, nos salían al paso preciosos paisajes pirenaicos y abandonadas estaciones de esquí esperando la llegada de una nueva temporada de invierno. Así llegamos a Sainte Engrâce, para visitar la cueva más grande de Europa, capaz de albergar en su interior 6 Catedrales de Nôtre-Damme o realizar un vuelo en globo aerostático en el interior de su cúpula. Impresionante la llegada hasta la boca de entrada tras un remonte por una carretera empinada y sinuosa. Con los cascos y la redecilla oficial bien colocada sobre nuestras cabezas, esperamos la apertura de la puerta de entrada. Un torbellino de aire gélido surgió de sus entrañas y no nos abandonó durante toda la excursión por sus galerías. Los 5º de temperatura reinante en su interior nos hizo añorar la ola de calor que sufrimos días antes en Madrid.
Tras esta visita aún teníamos las dos horas necesarias para visitar cerca de allí las Gorges de Kakueta, una de las imágenes más hermosas de los parajes del Pirineo. La longitud del cañón es de unos 2 km, aproximadamente, y sus paredes verticales llegan hasta los 300m de altura. En el tramo conocido como «Le Grand Etroit», que significa «el gran estrecho», las dos paredes quedan separadas por sólo 3 metros de distancia. Tras la fantástica visita decidimos pasar nuestra segunda noche en el parking junto a otras caravanas. Aquí pagamos nuestra primera novatada al comprobar que no habíamos repuesto el depósito de agua para duchas y fregar. Menos mal que teníamos cerca un pequeño arroyo donde pudimos aprovisionarnos del agua, y de paso comprobar, que para darnos una buena ducha, no se necesita más de una botella de litro y medio por persona, si se dosifica bien. Desplegamos el campamento, cenamos y pasamos nuestra segunda noche. Ya estábamos adaptados a la vida nómada.
DÍA 3: Sainte Engrâce -Astún-Canfranc-Jaca-Biescas
Un día intenso de enduro nos esperaba, pero antes, otro desayuno pantagruélico para poner rumbo a España. Ascendemos los puertos franceses rodeados de una intensa bruma que nos oculta el paisaje. Sin embargo, al llegar arriba, en la frontera, España nos recibe con un sol radiante y un mar de nubes infinito a nuestros pies. Nuestra siguiente parada es la estación de esquí de Astún y desde allí iniciaremos la primera de las tres jornadas de bici a las que yo llamo innegociables o imprescindibles:
La bajada de La Raca.
El tránsito por las estrechas y empinadas carreteras de los puertos con la caravana, nos demora más tiempo del previsto y comenzamos los 7km de ascenso con el sol en lo más alto.
Subimos las pistas extasiados tras cada revuelta, de las panorámicas que se muestran ante nuestro paso. Entré en modo bucle y tan solo acertaba a decir: -Pufff…q pasada! Pufff… que pasada! Una indicación errónea de un senderista solitario, nos desvía casi un kilómetro de nuestro track, gracias a que los obreros de mantenimiento de los remontes nos sacaron de nuestro error y retrocedimos hasta encontrar el camino correcto.. Una víbora muerta y un trampolín de saltos de invierno es lo único que consigue apartarnos la mirada de los valles y picos que quedan a nuestro costado.
Tras cada curva alternamos las vistas presididas por el imponente Midi D’Ossau del lado francés, con el Pico de Aspe y el entorno del Parque natural de los Valles Occidentales del lado español. Puff..que pasada!!! Una delicia para la vista.
Último esfuerzo y alcanzamos las famosas antenas de la cima, ya que se abre a la derecha una fantástica vista del Valle del Aragón y a la izquierda el valle de Canal Roya, llamado así por el color rojizo de la tierra y las piedras, que destacan con el verde de los pastos y los colores de las flores. Mantengo la vista largo rato sobre todo aquello que me rodea, tratando de no olvidar nada.
Finalmente llega el momento de bajar, nos colocamos las protecciones, respiramos hondo y nos dejamos caer manteniendo una distancia prudencial con el precipicio a nuestra izquierda por la empinada y socavada pradera, que nos obliga a retrasar nuestras posaderas más allá de los asientos para no salir despedidos sobre nuestras monturas. Este camino aéreo y vertical termina en un giro de 90º que nos conduce por los sucesivos e incontables lazos de 180º del single track que desciende hacia el valle.
Los primeros giros los tomamos con mucha cautela por la inclinación del terreno. A medida que seguimos bajando, nos animamos a negociarlos sin desmontar de la bici. Una buena clase de técnica avanzada sobre el terreno. Descendemos sin descanso y la vegetación se hace más abundante y frondosa. Entramos en un precioso bosque de pinos sin olvidarnos que los cerrados giros persisten.
Tras el bosque una nueva pradera donde mi cámara agota todas las baterías para grabar. Un giro a la izquierda nos conduce por el Camino de Santiago, quizá la zona más abrupta y menos ciclable del recorrido. Seguimos el curso del río en contínuo sube y baja hasta la remodelada estación de Canfranc, donde abandonamos el camino para terminar los últimos kilómetros hasta Canfranc pueblo por carretera. El calor y el esfuerzo de la bajada nos han dejado exhaustos y deshidratados. Yo llegué con la lengua pegada al paladar.
En un recodo del camino nos aguarda la caravana para comer, antes de acercarnos a Jaca y visitar su amurallada ciudadela. Había fiesta en las calles y diversos grupos folklóricos amenizaban la tarde con sus danzas y su colorido. Abandonamos Jaca al atardecer y nos dirigimos a Biescas donde cenamos y tras pasear por sus silenciosas calles, nos sirvieron el peor gin tonic del mundo. Hicimos noche junto a una central hidroeléctrica. Muy tranquila para dormir.
DÍA 4: Ordesa-Monte Perdido-Ainsa
Madrugón y desayuno copioso como es habitual y rumbo hacia Ordesa, donde tomaríamos uno de los autobuses que cubren el trayecto desde Ordesa hasta la pradera del Parque Natural. Los pronósticos de la noche anterior auguraban un día fresco por lo que metimos chubasqueros en las mochilas, sin embargo apareció un día de sol radiante y altas temperaturas que se hicieron notar durante la excursión. Esta jornada estaba pensada como ruta ciclista para admirar Monte Perdido desde los tres miradores, sin embargo cambiamos los planes para hacerla a pie siguiendo la Senda de los Cazadores y resultó un absoluto acierto, convirtiéndose para mi gusto en una de las mejores excursiones posibles en Pirineos, si eres amante de la naturaleza. Absolutamente recomendable, aunque muy exigentes los 4 primeros kilómetros de ascensión por el fuerte desnivel hasta el alcanzar el refugio y Mirador de Calcilarruego, desde donde disfrutamos de una vista privilegiada de todo el valle y sus increíbles montañas. Una vez más entré en bucle: Pufff…que pasada!!!
A continuación se continua por la Faja de Pelay desde donde puedes contemplar el Pico del Dedo, el Salto de Roldán, etc.. hasta llegar al circo glaciar de Soaso y admirar, si no has tenido aún bastante, la cascada conocida como Cola de Caballo.
Tras un merecido baño en sus gélidas aguas y un pequeño avituallamiento, regresamos a la pradera siguiendo el curso del río y contemplando sus múltiples cascadas por el fondo del valle, siempre en paralelo al río Arazas y pasando por este orden por: Circo de Soaso, Gradas de Soaso, un pequeño hayedo en el que se encuentra la Cueva de Frachinal y por último las cascadas del Estrecho y Arripas.
Llegamos al punto de inicio agotados tras 20 km de marcha y casi 8 horas. Enormes cervezas que nos bebimos de un trago para recuperar líquidos y regreso en autobús hasta el parking donde dejamos la caravana.
Allí está prohibido pernoctar, así que decidimos llegar hasta Aínsa y hacer noche en un amplísimo parking perfectamente acondicionado para caravanas, baños públicos y con preciosas vistas de la montaña. Inolvidable!
DÍA 5: Día de Relax: Ainsa – Camping en Boltaña.
La mañana soleada, la ciudadela amurallada, silenciosa y desierta. Un puente de madera. Escenario medieval. Desayunamos sin prisas, hemos decidido no hacer nada para recuperar energías, así que decidimos acampar dentro del camping de Boltaña y entregarnos durante el resto de la jornada a la molicie.
Allí dispondremos de baños y duchas AMPLIAS!!!! electricidad para recargar todos nuestros dispositivos, lavadero de ropa, y otras instalaciones que no utilizamos Nos bañarnos en el río, la corriente es muy fuerte, pero el agua está caliente. A media tarde oscuras nubes se acercan desde las montañas y una tormenta nos sorprende avanzada la noche mientras dormíamos. Impresionan los truenos en cielo abierto y la lluvia repicando en el techo de nuestra casa con ruedas. Finalmente la lluvia nos deja dormir.
DÍA 6: Boltaña-Saravillo-Ibón de Bassa de la Mora-Alquézar
Amanece una mañana preciosa, fresca y húmeda tras la lluvia nocturna. Me relamo con el estado que tendrá el terreno para bajar desde…..
El Ibón de Bassa de la Mora.
Esta ruta es la segunda de las rutas ciclistas innegociables y el epicentro sobre el que se organiza toda esta aventura de Pirineos. Ha merecido la pena esperar todo un año para llegar aquí. Para mi gusto esta es la ruta más bonita que hice desde que monto en bici hasta el momento. No solo por la bajada, que es una verdadera delicia de flow y pasos rápidos y muy divertidos si no por el espectacular paisaje que rodea el lago.
La llegada al Ibón es de una belleza sin igual, como siempre imaginé que sería desde que sentí la necesidad de llegar allí, tras ver publicada aquella foto del lago hace más de un año.
La espesa bruma que lo envolvía no nos dejó contemplarlo en su totalidad, aunque le daba un aire místico aún más sugerente. Nos recreamos largo tiempo tumbados en sus praderas admirando su orilla con los troncos secos en el agua y el circo glaciar al fondo tantas veces reproducida. Un sueño hecho realidad.
Un consejo, no dejéis de bordearlo por su margen izquierdo y llegar hasta la pradera del final. No os defraudará.
El regreso hasta Saravillo va acortando las zetas de la pista de subida por el camino más bonito que he conocido hasta el momento. Puro flow!
Comimos en Saravillo, junto a una granja de quesos que atrajo hacia nosotros un enjambre de moscas pirenaicas que impidieron mantener una sobremesa como dios manda. Recogimos los bártulos a la carrera y pusimos rumbo a Alquézar.
De camino nos detuvimos en el embalse del Grado I para darnos un refrescante baño.
Caía la noche cuando nos detuvimos en el aparcamiento habilitado en los aledaños de esta bonita villa medieval, con forma de media luna como recuerdo de los años de dominación musulmana. Desde sus miradores, intuimos en la penumbra de la noche, los profundos cañones formados por el Río Vero en la Sierra de Guara. Tras la cena, decidimos bajar hasta el pueblo y recorrer sus calles.
DÍA 7: Cañones del río Vero
Hoy desayunamos croissants y pan recién hecho gracias a «la madrugadora» que ha bajado caminando un kilómetro hasta el pueblo para comprarlo. Pronto, encontramos las primeras pasarelas de madera que bajan encajonadas entre la Peña Castibián, a la izquierda, y los Muros de la Colegiata, a la derecha. Un total de siete tramos de pasarelas facilitan el descenso hasta el Vero. Durante el recorrido es posible disfrutar de la belleza del Barranco de la Fuente, caracterizado por sus numerosos covachos y una vegetación adaptada a la humedad y frescura propia de estas gargantas.
Al llegar al lecho del Vero, merece ser visitada la Cueva de Picamartillo, situada en la margen izquierda del río, frente a la desembocadura del Barrando de la Fuente.
El camino prosigue río abajo, a través de una espectacular pasarela metálica instalada en la pared rocosa. Más tarde encontraremos la vieja presa y, tras recorrer un nuevo tramo de pasarelas metálicas, la antigua central hidroeléctrica de Alquézar. Un embalse de un profundo azul turquesa invita al baño y al descanso y aceptamos la invitación.
Desde aquí, el camino se aparta del río para serpentear entre antiguos olivares hasta dar con el camino que lleva al pueblo de Alquézar.
Abandonamos este pueblo en dirección a Benasque donde pasaríamos una bonita y fría tarde recorriendo sus calles hasta que nos dirigimos a Castejón de Sos, donde pernoctaríamos para realizar al día siguiente la tercera y última ruta de enduro. Pero esa noche decidimos darnos un homenaje en forma de restaurante. Pequeños placeres cotidianos que saben a gloria ; )
DÍA 8: Castejón de Sos
Integral del Gallinero (Tercera de las rutas innegociables).
Al que madruga dios le ayuda. A falta de un perro que sea capaz de llevar el pan, Naty es la campeona del madrugón. Cuando despiertas, además de tener una mesa esperando con zumos, cafés, frutas y pan reciente, se ha negociado un remonte en un jeep de parapente al que le sobran dos plazas libres.
Pendientes de las oscuras nubes y el viento que amenazan tormenta, esperamos la orden de partida. Finalmente deciden que se puede volar y colocan nuestras bicis en el techo del desvencijado jeep, sobre los pertrechos de los parapentistas. Casi una hora de ascensión por la revirada y empinada pista hasta el final de esta, casi en la cima, desde donde se tiran a volar a 2.327m. Un sol radiante y un cielo de color azul puro nos reciben arriba. Es todo un espectáculo ver los parapentes lanzarse por la pradera y tomar altura. Nosotros también nos tiramos montaña abajo, pero rodando por las onduladas praderías, hasta acercarnos al comienzo que marca el track de nuestro GPS a 2.158m. El jeep nos ha subido más de lo que esperábamos. Mira que bien! ; )
Tras esta inesperada y deliciosa bajada, alcanzamos la pista que nos conduce al pequeño corral de vacas donde enlazamos con el track, Corral de Rins. En ese momento, están en el aire todos los parapentes girando en círculos, «pillando térmicas» y ascendiendo sobre nuestras cabezas. Iniciamos el descenso de la que sin duda es la bajada más exigente, bruta, exigente y variada de las tres que hicimos. En los 18 kilómetros de absoluto descenso del trayecto encontramos que se divide en 3 tramos de senderos, siendo el primero de ellos el más técnico de todos. Empieza con zonas de pradera y enseguida llega a las zonas rocosas de Peñaladona y las tierras rojizas del Sarrau Royo, donde se concentran los pasos más exigentes. Desde allí hasta la pista de Coll de Fadas se desciende por el bosque sin apenas dificultad en un tramo para deleitarse.
El segundo tramo de sendero, conocido como Camino de la Montaña, es rápido y asequible, con una alguna sección trialera de roca y raíces. Tras ascender unos 600 metros por pista se conecta con otro sendero, el Whistler, una bajada muy rápida entre pinos con curvas reviradas y empinadas. Un tramo exquisito que finaliza recorriendo 100 metros por el fondo de un barranco para evitar problemas con los propietarios colindantes, antes de llegar a Bisaurri.
Desde Bisaurri es posible remontar hacia Gabás por carretera para acabar con el sendero de Gabás – El Run o bien descender directamente por el sendero de Montisiello, un tramo corto y bonito con divertidas curvas que atraviesa un robledal para desembocar en la ermita de la Roqueta, junto a Castejón de Sos. Nosotros hicimos los últimos tres km. por la carretera para no alargar la espera.
Tras comer, pusimos rumbo a Benasque, donde recorrimos sus viejas calles una ventosa y fría tarde de agosto, y bebimos vino viejo casero en la taberna más antigua del valle según rezaba el cartel de la entrada.
Cómo serán aquí los inviernos!
La noche nos sorprendió en Viacamp, a 16 km del camino del Albergue de Montfalcó donde «prudentemente» hicimos noche en mitad de la nada más absoluta.
DÍA 9: Pasarelas de Montfalcó y Congost de Mont-Rebei
A la mañana siguiente nos acercamos a la oficina de información situada en el pueblo, para solicitar información sobre el itinerario que queríamos realizar. Unas magníficas instalaciones, absolutamente pulcras, grifos para llenado de agua de caravana, estaciones de servicio para bicicletas como las que vimos en Castejón, paneles informativos, folletos promocionales de todo tipo de rutas…y sin embargo la persona que nos atiende, muy amablemente, nos indica que la pista, que nos conduce y finaliza en el albergue de Montfalcó es apta para circular con nuestra caravana. Quién nos iba a decir que la verdadera aventura de ese día estaba en esos DIECISÉIS INTERMINABLES KILÓMETROS DE PISTA DE MONTAÑA!!!! Tan estrecha en algunos puntos que no pasarían dos caravanas. Carretera sin salida, solitaria, jalonada de pueblos abandonados, polvorienta, repleta de torrenteras y socavones que zarandeaban toda la caravana, curvas de 180 º dignas de una ruta de enduro, (creo que enlazamos varios tramos de la ruta negra) con porcentajes que superaban en muchas ocasiones el 15% de desnivel y para colmo….de regreso, desandar ese mismo recorrido!!!! Con todos mis respetos, no es un camino para autocaravanas.
El itinerario:
El Camino Natural de Montfalcó al congosto de Mont-rebei fue inaugurado en mayo de 2013. Aunque sólo tiene 4 km de longitud, cuenta con dos tramos de pasarelas suspendidas en el aire que lo convierten en un recorrido singular. Desde Montfalcó, el Camino Natural coincide en sus primeros 600 m con un paseo botánico con paneles sobre la flora y fauna del entorno. Dejamos atrás el área de recreo de la fuente de Montfalcó y continuamos hacia el pequeño barranco de Tartera recuperando en parte un viejo camino que llevaba a las tierras de cultivo de la zona. Cruzamos el barranco, descendiendo entre pinos, olivos y madroños hasta llegar a la pared rocosa equipada con la primera pasarela, que en 82 m de desarrollo salva 33 m de desnivel de subida. La pasarela y los tramos de escaleras zigzaguean en la roca como una serpiente de madera y metal que permite salvar cómodamente el obstáculo natural.
Llegados arriba, el camino bordea y salva un pequeño barranco seco para, a continuación, llegar hasta una nueva pared rocosa, junto a la que se llega hasta los pies de un impresionante farallón y del espectacular segundo tramo de las pasarelas de Montfalcó, con 97 m de desarrollo y 50 m de desnivel ascendente.
Una vez superada esta segunda muralla de piedra, el camino desciende hasta el congosto del Siegué, donde un puente colgante salva los 35 m que separan las dos orillas, uniendo Aragón y Cataluña.
A partir de aquí y después de andar por el pinar, la ruta encara un tramo de leve pero continuo ascenso hasta la finalización Camino Natural en el enlace con el GR 1 Sendero Histórico. Si lo tomáramos a la derecha nos llevaría al Mas de Carlets, a la ermita románica de Mare de Deu de La Pertusa y a las poblaciones de Corçà y Àge. Pero el desfiladero nos llama y seguimos ruta enlazando el GR 1 a la izquierda para encarar el Congost de Mont-rebei por un atractivo camino horadado en paredes de roca que superan los 500 m de altura. El estrecho aunque cómodo y seguro paso, discurre en paralelo al camino tradicional que anegaron las aguas del embalse.
Conforme progresamos, el valle se abre, dejamos atrás el desfiladero y cruzamos el puente colgante de Sant Jaume. Es un buen punto para admirar, en la orilla opuesta, la magnífica ermita románica de Nuestra Señora del Congost. Desde aquí, ya sólo quedan un par de kilómetros por camino ancho, entre pastizales y terrenos de cultivo, para llegar hasta el aparcamiento de La Masieta, final de nuestra ruta. Allí esperaríamos un servicio de taxi para retornar a Montfalcó.
DÍA 10:
Vuelta a Madrid. Entrega en destino de la caravana 1 minuto antes de que espirase el tiempo de entrega. Supervisión de daños y devolución de fianza.
Y esto es to…esto es to.. esto es todo amigos!
¡Importante para quien decida alquilar una caravana!
-Contrata el seguro de caravana que te ofrece la compañía. Debido a sus grandes dimensiones y a la cantidad de horas que es utilizada, es muy fácil tener algún «toque» con ella y tendrás que abonarlo de tu bolsillo.
-No dar por supuesto que todo está operativo, funcionando y atornillado. Parece que si, pero no. Ventanas, armarios, toldos, cerraduras de puertas, mandos de la cocina… en definitiva todo aquello que sea articulable. Comprobarlo varias veces antes de partir o perderás tu fianza, ya que estos desperfectos no los cubre el seguro.
-En rutas de montaña, intenta llegar a las zonas altas de aparcamiento con luz diurna . Tendrás los mejores amaneceres del mundo!
Quizá sea más sensato tardar un poco más en llegar a destino utilizando carreteras en buen estado. En montaña, el GPS puede mostrar alternativas más cortas pero impracticables para vehículos tan voluminosos.
-Recuerda reponer, rellenar y vaciar las aguas blancas, grises y negras en puntos de habilitados y gasolineras. Nunca debes vaciar sus depósitos en el campo. Sé ecológico.
-Útiles imprescindibles:
-Disfruta de la independencia de llevar tu casa a cuestas.
Todas las fotos en Flickr:
https://www.flickr.com/photos/129018704@N02/
Las rutas de enduro por pirineo en Wikiloc:
1ªLa Raca:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18970763
2º-Ibón de la Bassa de la Mora:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5304695
3ª- Integral del Gallinero-Castejón de Sos:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19057587
Los tres vídeos en Vimeo y YouTube:
Son extensos, pero así sabrás que te encontrarás en cada bajada.
Saludos Bikernautas.
Marter
Yo no podría haberlo descrito mejor. Menuda crónica, entretenida, divertida …. se lee muy bien, me gusta.
Que bien lo he pasado, vaya 10 días, inolvidables, repetiría sin pensarlo.
Gracias por vuestros momentos y aguantar a esta locatis 😜
Un abrazo y un beso
Naty
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Gracias a ti locatis!
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Vaya 10 días que habéis tenido,que pasada de fotos y vídeos, lo has descrito todo tan bien que parece que yo también he estado, me alegro que lo hayáis disfrutado amigos.
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Gracias Paco. Ha sido una pasada de viaje . Me alegro q te traslades allí al leer la crónica. Si tienes ocasión, no dejes de ir.
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