E-Bikernautas

Saludos Bikernautas:

Este fin de semana, hemos ascendido al mayor de Los tres hermanos envidiosos. Si queréis saber de qué trata esta antigua leyenda, os adjunto los enlaces donde podréis leerla y ver nuestras peripecias cicloalpinas por los dos picos anteriores. Por si os apetece seguirlas ; )

https://bikernautas.com/2018/06/06/el-ocejon-cicloalpinismo/

https://bikernautas.com/2019/06/07/el-alto-rey-el-tercer-hermano-envidioso/

Saludos Bikernautas:

Esta aventura comenzó el 6 de junio del 2018 con la ascensión al Pico Ocejón (el hermano mediano) y que tras un paréntesis invernal, retomamos en primavera con la subida al Pico del Alto Rey (el hermano pequeño).

En esta ocasión completamos la trilogía con la ascensión al Monca: (el hermano mayor) .

No imaginábamos aquel día, que el ascenso, sin más pretensiones que conocer El Ocejón, nos comprometería a completar la leyenda de la que os hablo. Sin embargo, tras escribir la crónica de aquella preciosa montaña, una de las más bonitas que he subido y bajado, investigué las características de las dos restantes y ví que eran «asequibles» a nuestras intenciones cicloalpinas.

Tuvimos intención de atacar este pico hace dos semanas. Sin embargo una previsión de fuertes vientos en su cima, aplazó nuestros planes. Con la mejora del tiempo del famoso veranillo de San Miguel, volvimos a intentar el ascenso a este pico, que también es conocido como Pico San Miguel. Casualidades. Previsiones de cielos despejados, sol y viento de 15 km/h, que en la cima soplaron más fuertes, llegando a aturdir y frenando nuestro avance. Menos mal que no fuimos semanas atrás.

Cronografía :

Hicimos noche el viernes en nuestro coche, como hacemos de un tiempo a esta parte cuando el clima lo permite. Aparcamos en el parking de La Fuente de los Frailes, en las faldas del Moncayo. Un espacio amplio, con merenderos, rodeado de árboles y con fuente, seca en estos momentos, aunque pudimos rellenar nuestras vejigas con el pequeño chorro de un manantial cercano. Tras preparar el colchón y los sacos de dormir, cenamos y nos acostamos pronto, porque allí no hay luz eléctrica y si hay bastante fauna silvestre merodeando los restos que dejan multitud de turistas que vienen a conocer el parque. Ratones, un zorro y un jabalí pasaron frente a nosotros con absoluta familiaridad. He de comentar que el parque está salpicado de pequeños parkings y repleto de sendas bien marcadas. Preciosos bosques que merecen la pena ser visitados. De madrugada, el sonido de los coches que suben hasta el Santuario es incesante y pronto están las sendas repletas de senderistas y recolectores de setas.

La mañana, que a esas horas amanece brumosa, se va despejando a medida que aparecen los rayos del sol y nos regala una soleada mañana para disfrutar las vistas de estas montañas. He leído que en días claros como este, dispones de una visibilidad topográfica de 200 Km. !!! Desayunamos sin prisa, descargamos nuestras bicis y a 10 metros de donde acampamos, comienza la pista que hemos de seguir durante 10 kilómetros antes del desvío. Estos primeros kilómetros son muy asequibles para hacer en bici y tan solo tuvimos que detenernos en dos ocasiones: ante un matorral de moras, algo que Mary no puede evitar y para solventar un problema de última hora con el aire de mi amortiguador. Gracias a Dios, nos permitió terminar la ruta.

Cuando abandonamos la pista forestal, tras un trecho por el bonito sendero entre pinos, la cosa empieza a ponerse complicada, el terreno se inclina y los canchales de piedra suelta nos obligan a echar pie a tierra. Esto será una constante durante un par de kilómetros hasta el Alto de la Majada Alta 2003 m., que nos da un breve respiro antes de reiniciar el porteo hasta alcanzar el primer geodésico, en Pico Lobera 2226 m.

El viento en contra nos hace la subida un poco más dura, pero a la vez nos refresca del esfuerzo de empujar nuestras bicis. Nos guarecemos del insistente viento y su ruido ensordecedor tras el hormigón del geodésico. Parapetados, recuperamos energías antes de bajar hacia El Collado de Morcas y faldear por el Alto del Corralejo. La cuerda de estas viejas montañas comienza a verse enorme y cada pérdida de altitud nos supone un extra de mentalización para afrontar la siguiente subida. Esta última, nos dejó bastante exhaustos. Pero no nos rendimos y alcanzamos el Cerro de San Juan, punto de bifurcación por donde deberíamos bajar a nuestro regreso. Un enorme águila planea varias veces sobre nuestras cabezas amenazadoramente. Tras varias pasadas, se aleja.

Por fin estamos en el último tramo de la cuerda antes de alcanzar la cima. En el Collado del Alto de las Piedras, un grupo de senderistas nos sorprenden conduciendo sus maquetas 4×4 teledirigidos. Un bonito hobbie.

Ver el geodésico desde la distancia, te da las fuerzas necesarias para llegar hasta él. Una vez allí, en lo más alto, la satisfacción de haber superado tus intenciones de abandonar es mayor que el cansancio que sientes en tus brazos y piernas. Varios vivacs albergan otros montañeros, que refugiados del viento contemplan sin prisa las inmejorables vistas. Nosotros hacemos lo mismo y nos refugiamos en el único que está vacío. No permanecimos demasiado tiempo allí, lo justo para reponer energías y felicitarnos por la hazaña realizada. Aunque aún nos quedaba el regreso y no sería nada fácil.

El camino de bajada se divisa entre dos circos glaciares: El Pozo de San Miguel y el Circo Gaudioso. Parecía más sencillo transitar por él, pero son dos kilómetros de escarpe vertical, por sendero estrecho y expuesto, escalones, roca suelta y multitud de zetas que apenas te dejan enlazar una con otra sin tener que desmontar. No le falta de nada para considerarlo un tramo peligroso.

Al llegar al bosque, el camino se hace más asequible, aunque conserva ciertos pasos complicados pero muy divertidos, justo antes de alcanzar el parking del Monasterio.

Los dos últimos kilómetros, también por un precioso sendero boscoso, van atravesando la carretera y nos conducen hasta nuestro coche.

Así finalizamos nuestra aventura tras 7:45 horas por la montaña. Ruta para disfrutar de los paisajes y las panorámicas que se abren a los pies del mayor pico del sistema ibérico.

El vídeo de la ruta:

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