Sufrimos una pandemia de caciquismo político y tan solo se vacuna con sensatez.
Saludos Bikernautas:
Se acercaban vientos de libertad y quisimos acercarnos a ventearlos pocos días antes del ansiado fin del estado de alarma, en el punto más occidental de la Comunidad de Madrid, la frontera con Ávila. Sin embargo, las restricciones llegarían en forma de dos patrullas forestales, cortando con sus coches el paso del ascenso al último punto elevado del trayecto, como si de una redada de delincuentes se tratara. Motivo: el camino que asciende hasta las antenas del Risco Grande no es de dominio público.
Lamentable actuación de estos agentes impidiendo el paso a dos bicicletas por un camino que permite el paso de vehículos y caminantes. Si alguien puede explicarme esta discriminación se lo agradecería.
La ruta antes del desafortunado encuentro con la autoridad forestal, es una de esas rutas de las que no esperas mucho, pero consiguen sorprender y enamorarte. Intentábamos seguir el recorrido de la prueba circuito Scott Siete Estrellas que había sido cancelado unos días antes por dudosos motivos medio ambientales. Trascurre en un paisaje de bosques de encinas, robles, pinos piñoneros y jaras que acogen infinidad de rutas bien balizadas para la práctica del senderismo. Ascendimos cortafuegos casi verticales con porcentajes del cuarenta y tantos por ciento de desnivel, cuyos altiplanos estaban coronados por singulares riscos y roquedos que apetecen ser explorados en próximas visitas. Aunque tenemos la sensación de haber subido mucho más de lo que bajamos durante ese día, permanece en el momento de escribir este blog el recuerdo de ascensiones muy divertidas. Seguramente no pensarían lo mismo los participantes de la carrera con bicis sin asistencia, en caso de haberse celebrado.
Así mismo encontramos un enorme camping con muy buenas instalaciones llamado El Canto de la Gallina y un fantástico área de descanso para caravanas y merenderos junto al Puente Mocha que salva el río Cofio.
En resumen, La Sierra Oeste de Madrid es una zona menos conocida que la Sierra Norte de Madrid, pero no menos encantadora y sorprendente.
Nunca pensé que describiría una ruta con esos porcentajes de ascenso como divertida, pero con las e-bikes hemos descubierto el placer de subir montañas, gozando como veinteañeros .
No te pierdas el vídeo del secreto de la segunda juventud. ; )
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Gracias por ver, compartir y comentar lo que os parece.
Marter
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