Saludos Bikernautas:
Tengo la fortuna de veranear en el epicentro de tres sistemas montañosos a cada cual más espectacular: La Montaña Palentina repleta de picos de dosmiles de altitud al oeste, al norte Los bosques de cuento en La Cantabria Infinita y finalmente Las Merindades Burgalesas, con sus increíbles cañones del Ebro, del Rudrón y del Dulla al este.
Mi pueblo, Aguilar de Campoo, no está situado a los pies de ninguna de estas montañas, sin embargo, en apenas una hora de coche me puedo plantar en cualquiera de esos sistemas montañosos e incluso en algunos casos, llegar a ellas en bici desde casa.
No se puede pedir más.
Esta vez pusimos rumbo al este, hacia Las Merindades de Burgos, un territorio tan desconocido, extenso y variado, que nunca terminaremos de explorar.
Salimos desde Puente Arenas para afrontar el tramo más duro del día con las fuerzas intactas y sin el sofocante calor que tendríamos a lo largo de la mañana. La Calzada del Almiñe, que así se llama esta vía romana, es un empedrado de dos kilómetros muy trabados y con un porcentaje de inclinación constante y exigente.
La llegada a la Ermita de la Hoz es un respiro para las piernas, desde allí iniciamos una bajada por amplio camino hasta Dobro donde nos refrescamos en su fuente. Esto será una tónica general en todos los pueblos que tienen agua en sus fuentes e incluso alguna en mitad de un camino. Desde Dobro iniciamos lo que parecía una bajada. Sin embargo es un espejismo puesto que antes del sendero de descenso por el Ahedo de Butrón, tenemos una buena rampa, que se convierte en el GR-85 o Ruta de los Sentidos.
Tras superar la rampa que bordea el pueblo, llega la primera alegría del día. Tan sólo por descender estos 5 km hasta el Desfiladero de los tornos, por ese divertido sendero ya merece la pena esta ruta. Antes pasaremos por Tudanca, donde una pradera junto al Ebro hace de ese lugar una codiciada zona de baño.
El desfiladero de Los Tornos es el tramo más técnico de la ruta. Tan solo es un kilómetro de ascenso, pero sus curvas cerradas, el estrecho sendero en ciertos casos expuesto y el mal estado del terreno, nos obligará a desmontar de nuestras ebikes en algunas ocasiones. Una vez coronado, la bajada es una larga recta sin mayor complicación que los sustos que te pueda dar la piedra suelta si vas a gran velocidad.
Aquí llega el segundo regalo del día. El GR-99. Seguiremos durante 12 km. un sendero junto al río, protegidos del calor entre la vegetación, en ocasiones revirado y muy disfrutón, mientras nos acercamos, tras superar algún repecho y descender de nuevo, hasta Cidad de Ebro. Rodaremos paralelos a una finca con pastores eléctricos que impiden el ataque de tres grandes mastines que salen a nuestro paso con grandes ladridos, pero sin consecuencias.
He de comentar que todos estos senderos están perfectamente limpios y que son totalmente ciclables salvo aquellos accidentes geográficos en los que hay que salvar escalones de roca y pasarelas sobre el río Ebro en otra de las maravillas de la ruta: Las Pasarelas de Los Hocinos. Buen trabajo de mantenimiento de Caminos Naturales del Ebro.
El resto es un precioso y sombrío sendero rodador hasta llegar al Puente del Aire, donde sentimos el intenso calor del día al abandonar el techo arbóreo que nos ha protegido hasta ese momento.
Unos kilómetros bajo ese sol de justicia y con un tramo parecido a la calzada romana de la mañana nos hacen desear llegar a los coches, aparcados junto al río donde nos damos un merecido chapuzón entre corrientes de ida y vuelta del río Ebro.
Finalizamos a la sombra, con nuestras cervezas y bocatas, recordando lo que ha sido una ruta completa, ruta comansi.
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Fotos: https://flic.kr/s/aHsmX9FGcS
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