Los lugareños cuentan la leyenda de un dragón herido que en su búsqueda de la fuente de la eterna juventud llegó desde Capadocia hasta el lago Baofeng, donde un anciano pescador le contó la historia que había recibido de sus abuelos, la mágica fuente se hallaba en una cueva de granito entre los pinares de lo que hoy conocemos como Cercedilla, en su interior se encontraba la veta de cristal de cuarzo más pura y la legendaria fuente, cuando el dragón bebió de sus aguas se transformó en roca. En lo que en la Edad Media Alfonso X “el sabio” denominaba la “Sierra del Dragón” por esta curiosa historia y por su parecido con el dorso dentado de este animal mitológico, lo que hoy conocemos como el macizo de Siete Picos.
Los Siete Picos, siete cimas sucesivas que superan los 2.000 m. y que se extienden a lo largo de unos 4 kilómetros desde el Puerto de Navacerrada al Puerto de la Fuenfría, es una de las travesías clásicas de la Sierra de Guadarrama y de las más populares (en el Parque de Atracciones la primera montaña rusa se llamó Siete Picos en su honor). Desde lejos, las siete protuberancias sobresalen de esta columna vertebral montañosa como si fueran las espinas de un dragón y le dan el aspecto del lomo de este animal fabuloso, de ahí otro de los nombres con los que se conoce a este macizo, la Sierra del Dragón.
Como su nombre indica, la cumbre está formada por siete picos, frontera natural entre la vertiente madrileña de la sierra, más escarpada y vertical, y la segoviana, al norte, cubierta por la Umbría de Siete Picos, pinar que se extiende hasta las localidades segovianas de Valsaín y San Ildefonso. El único con nombre propio en los mapas del IGN es el primero y más occidental, el Pico de Majalasna (1934 m). Los otros seis riscos, que se extienden en dirección E formando una cresta, se han conocido siempre como «Segundo Pico», «Tercer Pico»,…. y así hasta el «Séptimo Pico». A este último, el más oriental, el más alto (2138 m) y el único con vértice geodésico, se le llama también popularmente Pico Somontano. No obstante, a mi, me gusta la olvidada denominación de los picos atribuida a Juan López, un ingeniero geográfico que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX (1.859-1.936) y que bautizó a las 6 cimas más orientales del macizo con los nombres de antiguos montañeros conocedores de la zona. El, como muchos otros, se refería a esta montaña como «Seis Picos», ya que excluía al Pico Majalasna por considerarlo apartado del resto del cresterío. Considerando esta nomenclatura, la lista de los «Siete Picos» es la siguiente:
Primer Pico (1934 m): Pico de Majalasna
Segundo Pico (2093 m): Pico de Tomás López (Cartógrafo de Carlos III)
Tercer Pico (2097 m): Pico de Benito López (Cartógrafo)
Cuarto Pico (2097 m): Pico de Francisco López (Geógrafo)
Quinto Pico (2109 m): Pico de Nemesio López (Médico de la Corte)
Sexto Pico (2121 m): Pico de Juan López (Ingeniero Geógrafo)
Séptimo Pico (2138 m): Pico Somontano o Pico de Nemesio López (Geógrafo y Meteorólogo)
Nosotros empezamos la marcha en dirección del séptimo al primero para hacer una ruta circular, partiendo desde el Puerto de Navacerrada.
Iniciamos una empinada subida por las pistas de esquí del Telégrafo hasta alcanzar el Alto del Telégrafo.
Desde allí divisaremos un gran bloque de rocas donde se encuentra una escultura de la Virgen de las Nieves (la otra está en el Alto de Guarramillas);
Detrás de este promontorio se encuentra la pradera de Siete Picos. Aquí hay un desvío a la izquierda para coger la Senda Herreros (donde hay un grabado en la roca de un dragón), pero nosotros continuamos hacia el pico Somontano, ascendiendo en zig-zag hasta coger altura y salir del bosque; un poco más allá ya vemos las formaciones de granito del séptimo pico, donde asoma el vértice geodésico que indica su altitud.
Ya estamos en la cresta de los Siete Picos; ahora solo hay que continuar caminando en un constante sube-baja por el resto de cumbres (el sendero pasa a los pies de los picos por su cara norte, existe la opción de subir a los mismos o no) hasta llegar al segundo pico o sexto en nuestro caso.
El primer pico o Majalasna está más separado del resto; desde aquí tenemos que descender por un sendero pedregoso y pasar por la pradera de Majalasna antes de iniciar la última subida de la Sierra del Dragón. Las vistas desde la cumbre son increíbles: el Montón de Trigo, la Peñota, en el horizonte Abantos y las Machotas, a nuestros pies el Valle de la Fuenfría y detrás, hacia el sur, la cresta por la que hemos venido, con la Maliciosa al fondo.
Toca regresar, y para no volver por el mismo camino, lo hacemos por otra de las sendas más populares de la sierra: el Camino Schmidt. Desde el primer pico bajamos por la senda de los Alevines, pasamos por otra de las praderas más bonitas de esta zona, Collado Ventoso, y descendemos hasta cruzarnos con el Camino Schmidt, marcado con puntos amarillos en los pinos.
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