E-Bikernautas

Propuse  esta ruta para el fin de semana y Mary se la tomó como una aventura. Nunca antes había realizado una ruta lineal en la que tuviera que tomar un tren para ir y volver al punto de partida, así que esto la creaba un  plus de emoción. Yo quería matar en esta ocasión dos pájaros de un tiro. Por un lado, recorrer la tercera etapa del reto M-500 que rodea la Comunidad de Madrid y que en su día nos propusimos hacer en diferentes etapas. Por otro lado hacer la bajada de Los Vascos, desde Abantos hasta El Escorial, el punto picante que suelo poner en todos los finales de las rutas. Todo el mundo me había hablado muy bien de ella y aún no la conocía. He de darles la razón a todos ellos. Muy divertida.

Tras tres intentos fallidos, unas veces por tormentas y otras por huelgas de Renfe, finalmente pudimos empezarla y acabarla. Buen madrugón nos dimos para tomar el cercanías en Vicálvaro a las 7:43 a.m.  11 euros en taquilla y tras 1:38 minutos de trayecto. Llegada al inicio de la ruta sin contratiempos a las 9:21 a.m. Buena hora para empezar sin calores sofocantes la subida ininterrumpida de 16 KM hacia el Puerto del León.  Dejamos atrás las calles y el asfalto de Cercedilla mientras enfilamos las pistas del camino de La Solana. Alguna revuelta con un porcentaje un tanto exigente, pero en general se hace cómodamente. Las vistas a nuestra izquierda empiezan a ser espectaculares, con el embalse de Los Irrios a modo de porción de pizza y su dique parcialmente derruido. Al nuestra  derecha, La Peñota contiene las nubes que traen los frescos vientos de la vecina Segovia. Un giro de noventa grados nos  concede un pequeño respiro que volverá a inclinarse hacia arriba pasados escasos dos kilómetros por el  camino de Los Lomitos, este tramo es uno de los más bonitos de esta ruta, hasta encontrarnos con las antigua N-VI. El tráfico en la carretera nacional es muy intenso por ser fin de semana, por lo que debemos extremar las precauciones y ajustarse todo lo posible al quitamiedos. Como siempre que se corona un puerto, se impone la foto de rigor. Esta vez  en el Alto del León.

Pasamos por detrás del restaurante y abandonamos de nuevo el asfalto por el Camino del Via Crucis. Un bonito pinar repleto de bunkers de la guerra y estaciones de retransmisiones del ejército. Rodando por este camino descubro multitud de senderos, alguno de los cuales he subido sufriendo desde el embalse de la Jarosa o he bajado disfrutando desde Cueva Valiente hasta el Collado del Hornillo. Antes, nos hemos detenido a contemplar las vistas espectaculares del Valle de los Caídos y la gran cruz que lo preside. Mientras lo contemplas recuerdas la cantidad de cruces derruidas que hemos encontrado a nuestro paso y no puedes evitar pensar en la demagogia de la sociedad en que vivimos, criticando los actos de barbarie integrista en sus monumentos, mientras apostamos por demoler todo lo que nos recuerde épocas pasadas. Afortunadamente  prefiero admirar la extensa meseta que se extiende a nuestros pies, rodeada de montañas y praderas verdes. Apenas se intuye la ciudad de Madrid, envuelta en una bruma, de no ser por sus cuatro torres.

Nos quedaríamos allí más tiempo, pero ya hemos dado cuenta de nuestro avituallamiento y aún nos queda el puerto de Abantos que subir. Pero antes hay que bajar. Una advertencia. Desde el Collado del Hornillo nuestro track sigue la carretera de la Cañada Real Leonesa, sin embargo mientras bajaba por ella divisé un estrecho sendero, junto al riachuelo, que discurre paralelo a ella y  sin duda mucho más divertido. Ambos acaban en un giro de 90º en una pista amplia sin desnivel,que comienza tras una barrera, llamado Camino de Canto Herrero que a su vez empalma con camino de Navacuelas a la altura del Campamento Peñas Blancas. Un nuevo giro a la izquierda nos conduce por una larga, recta y ascendente carretera asfaltada hasta la frontera de Ávila y Madrid. Justo antes de iniciar el último tramo de ascenso hasta el Pico Abantos o mejor dicho Cerbunal, puesto que el geodésico de Abantos es un tanto inciclable a estas alturas de la ruta. Desde este punto tenemos sin dudas las mejores vistas de la jornada. Una vez que tomamos asiento, lo primero fue intentar identificar cada rincón de aquella maqueta a pequeña escala.. Al fondo el embalse de Valmayor, el más grande de los que se ve… También el embalse y la presa de La Granjilla… Más allá, a la izquierda, el pueblo de Collado Villalba..  A la derecha Valdemorillo… más a la derecha, dos montes hermanos: las Machotas… Al fondo, escudriñando un poco, Madrid…El Escorial a nuestros pies, con su forma de parrilla para exorcizar dios sabe que tipo de diablos.

Al prolongado silencio le sigue un…Bueno qué, vamos?

Nos colocamos las protecciones e iniciamos primero por pista, hasta el parking de Abantos y luego por Los Vascos, la rápida bajada que nos dejará en las calles de El Escorial.

Tengo por costumbre musicalizar los vídeos para hacerlos más atractivos de ver, a aquellos que no han disfrutado de esa ruta en concreto. Al menos que disfruten de la música.  Sin embargo, en el vídeo de esta bajada, he preferido dejar el sonido ambiente. Me apetecía disfrutar del sonido de las ruedas aplastando piedras, botando entre las raíces, mi casco enganchándose contra las ramas y algún trino que otro. Como bien dijo alguien, Los Vascos nunca defraudan. Doy fe, esta ruta ha sido una bonita aventura.

Espero que os guste.

El track en Wikiloc:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13716092

Las fotos en Flickr:

https://flic.kr/s/aHskCFbR12

El vídeo

Un saludo Bikernautas

Marter