Permitidme un simil gastronómico con la ruta que hemos degustado este sábado.
Kiko nos preparó un menú tan abundante y variado de sendas y colores que sufrimos empacho en los primeros platos y nos vimos incapaces de llegar a probar el postre. Esta fue su propuesta.
La Carta:
Entrantes: Barrio del Helechar siguiendo la preciosa Senda del Plano casi al alba.
Un recorrido por los antiguos lavaderos y dominios de las minas abandonadas.
Una delicia de sabores desconocidos para mí.
Primer Plato – Bosque de la Pedrosa aderezado con visita a los Pilones y subida hasta Alto de Salcedillo.
Un plato clásico de la zona, degustado anteriormente, pero en esta ocasión aliñado con nuevos ingredientes que le aportaron nuevos matices.
Seguimos el curso del Río Rubagón en sentido ascendente, acercándonos hasta unos pilones de agua con una pequeña cascada en esta época del año. Sorprendimos una adormilada nutria que saltó al agua sobresaltada ante nuestra inesperada presencia. Terreno con tamos de empujabike en el sentido de ascenso. En sentido de bajada esta senda es un precioso camino endurero. Desde Brañosera hasta el Portillo de Grullos un camino carretero de ascenso, desde donde contemplamos el despertar del pueblo de Brañosera y la estela de humo que despedía la única chimenea encendida planeando sobre el curso del valle.
Segundo Plato – El Hayedo de Salcedillo con chozo Tonino por el GR-1.
Un manjar de la gastronomía de estas tierras. Aquí has de ponerte bien colocado el babero, porque este sabroso plato se come con las manos y al acabar se chuperretean los dedos. Una preciosa entrada a un hayedo multicolor, plagado de acebos. Senderos casi inexplorados que bajan a diestra y otros que suben a siniestra del camino. Dan ganas de explorarlos en ese momento. Llegada al Chozo Tonino. Estos ingredientes también me resultan conocidos, pero aderezados con nuevas especias como la bajada hasta el Puente Romano de Rojadillo le dan un toque distinto al plato.
El Postre- El Camino de la guerra y bajada por dios sabe dónde.
Estamos tan empachados de sendas y senderos, que somos incapaces de comenzar el postre. Tiene el aspecto delicioso y tentador de los postres más refinados. Adivino por las explicaciones del «maestro repostero» casi todos los ingredientes que lo componen y la boca se me hace agua. Subir tan alto como para ver el Cantábrico a cien kilómetros, crestear frente los Picos de Europa y luego bajar todo derecho los montes, por los antiguos caminos que utilizaron los mineros para llegar a sus pozos de trabajo. Sin embargo, empezarlo y no acabarlo sería pagar el exceso de gula. Lo dejamos ahí, para la próxima visita, esperando que forme parte de un nuevo menú de autor.
Gracias Kiko, de parte de Mary. Estaba todo delicioso ; )
El track en Wikiloc:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15279831
Las fotos en Flickr :
El Vídeo en Vimeo:
Saludos Bikernautas
Marter
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