E-Bikernautas

A las 4:00 de la tarde, la vimos acercarse. Una racha de viento violento se alzó y un frente de  nubes, que planeaban sobre el Valle del Lozoya, se avalanzó sobre nosotros. El sol, que nos había obligado durante la mañana a quitarnos capas de ropa, se ocultó y la temperatura se desplomó en el mismo instante en que conquistábamos el geodésico que marcaba los 1.831 m. de altitud. Pequeños granizos nos laceraban como alfileres la congelada cara. Así es la montaña. Así es El Mondalindo.

No se deja fácil, engaña este pico. Primero has de coronar El Medio Celemín de Valdemanco, para entrar en calor. Luego, circundar las faldas de sus laderas hasta llegar a Garganta de los Montes con algunos repechos que te dejan fino.  Allí las pistas te dan un respiro antes de abordar el cortafuegos de El Pelado y sus porcentajes insalvables…insalvables hasta que uno que conozco se propuso subirlo montado y lo consiguió. No debió de quedar contento con la hazaña o aún le sobraban fuerzas para coronar Peña Negra y también lo consiguió. Tan solo restaba coronar el geodésico, pero aquí, al desnivel hay que sumarle las rocas y escalones. César, eres un coloso.

Sus tres vértices, Regajo,Peña Negra y Cabeza de Cervunal, forman parte de la misma cuerda y dan lugar a engaño, motivo por el cual creímos coronar y volver a doblar el lomo en tres ocasiones para ascender al siguiente. Lo bueno es que nos asomamos otras tantas veces a este magnífico balcón con vistas a la Sierra de La Cabrera. Para mí, las mejores de la Sierra de Madrid.

Lástima la tormenta que se avecinaba. Era uno de esos días en que a todos nos hubiera apetecido sentarnos frente al mirador y permanecer un buen rato frente al vacío, en silencio, contemplando.

Tiraremos de recuerdos y de fotografías para volver a deleitarnos con aquellas panorámicas.

LLegó la hora de bajar. Buscamos tres opciones para hacerlo.

La civilizada por las mismas pistas que habíamos utilizado subiendo….ññññññ,  aburrida. La Xtra-extrema que tira en línea casi recta inclinada desde el geodésico hasta Bustarviejo, pasando por El Cancho del Mondalindo….mmm tentadora, pero mejor en otra ocasión y la extrema-normal que es la que decidimos hacer y menos mal que dios nos ilumina de vez en cuando. De normal no tiene nada, y menos con una tormenta pisándote los talones.

El comienzo es una bajada de 500 metros muy inclinado, alfombrado absolutamente con grandes rocas. Surf en las cumbres. Muy difícil, pero si tienes fe en tu horquilla, se hace. Luego le sigue un cresteo fácil, con algún reguero hasta llegar a Collado Abierto, donde giramos 90º a la izquierda y comenzamos una bajada preciosa a media ladera, protegidos del viento,  un poco cerrado por retamas y jaras, pasando cerca de una antigua mina de plata. Aquí suaviza el desnivel y el terreno, hasta pasar las tapias de La Porquizuela, donde vuelve a complicarse la cosa, al girar otros 90º a derecha y tomar un desdibujado single track.  Se trata de un estrecho reguero con agua y piedras. Pasado ese tramo, el camino se vuelve fácil de ciclar hasta llegar al campo de fútbol, donde dejamos los coches. Festejamos la hazaña del día sin contratiempos con una buena hamburguesa y sus jarras. No quiero terminar sin advertir que estuvimos a punto de sufrir el robo de dos bicis en Bustarviejo, mientras estaban atadas en el portabicis. Ojo, no las perdáis de vista!

Cuatro horas más tarde, llegó a tormenta  a Madrid.

Un rutón que será difícil de olvidar por los paisajes, las inclemencias meteorológicas y por supuesto, la gran compañía que la hizo posible. Gracias a todos.

El track en Wikiloc.

https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16750774

Las fotos en Flickr:

https://www.flickr.com/gp/129018704@N02/N89P73

El vídeo en Vimeo:

Saludos Bikernautas

Marter