E-Bikernautas

El orden de Factores no altera el producto ; ) 

Paco estrenaba juguete nuevo. Una Moondraker Factor con la que ha disfrutado como un niño. No creo que olvides nunca esta ruta por este y otros muchos motivos. Disfrútala!

Con la ruta del domingo hemos matado dos pájaros de un tiro.  Por un lado  hemos cumplido el 8º Reto del Rutón del Copón por el Hayedo de Montejo. Bien, ya solo quedan dos más, pero además hemos realizado una nueva etapa del reto M500. La tercera.

Ya sé que esta etapa no sigue el orden natural que debería en sentido antihorario,  y que tras la 2ª etapa de La Horizontal, el itinerario que tocaba era «la vertical «de Lozoya-Cercedilla (o viceversa como creo que finalmente haremos) pero nos da igual, el orden de factores no altera el resultado final: La vuelta completa a la C.A.M. 500 de derecha a izquierda o de izquierda a derecha.

Ya tuvimos en su día una experiencia «inquietante» subiendo La Bola del Mundo con clima desfavorable, y este fin de semana no lo pronosticaban nada bueno ni nuestra Santa  del Tiempo Mónicadeteuveeuno,  ni  nuestro particular oráculo de Meteoblue . Como conocemos la sentencia de Cicerón,  recordamos nuestra historia ciclista, para no repetirla.

Bien, con estos antecedentes decidimos irnos hacia zonas más septentrionales, allí donde se ubica la injustamente llamada…»Sierra Pobre»???? Madre mía, la sierra pobre!   Si es de una riqueza sin parangón! Hayedos, tejeras, pueblos negros, pueblos de cuento y abandonados, bosques y sendas remotas, el nacimiento del río más largo,  El Jarama, crestas afiladas, picos pelados, montañas viejas, montañas horizontales….No hay otro lugar al que le siente tan bien el disfraz de otoño como a La Sierra del Rincón, la última frontera.

Dado lo alejado que se encuentran de nuestras residencias  los lugares remotos y lo intempestiva de la hora a la que has de levantarte para llegar a ellos, vas rezando durante todo el trayecto para que llegue el alba que arroje algo de luz antes de comenzar a rodar por los caminos y para que los oscuros nubarrones de tormenta no se detengan y jarreen agua sobre nuestras cabezas. Pero tenemos fe y nos abrazamos a ella  hasta sus últimas consecuencias. Montejo de la Sierra, punto de inicio.

Ha amanecido y no llueve. El bar está abierto y además es panadería. No se puede empezar mejor. Tras el tentempié salimos a la calle ataviados de invierno y no tardaríamos en comprobar que aún han de descender varios grados las temperaturas para usar prendas térmicas. La primera foto de grupo cae en la fuente del pueblo, atravesando el pueblo por la calle Casa del Agua,  evitaríamos rodear 3 kilómetros de una pequeña calleja entre fincas, con tapias de piedras semiengullidas por la vegetación, con un puntito de desnivel negativo para ir entrando en calor. Yo creo que suena suficientemente sugerente como para no buscar atajos y para muestra estas fotos. Al final de esta senda, sobran las chaquetas. Yo no volvería a ponérmela hasta el descenso en el Pico del Cerrón.

Tras atravesar la primera puerta, nos adentramos en la Dehesa Boyal.  Del matorral se pasa a un denso bosque de roble melojo, también llamado rebollo, mientras se asciende por la ladera. A la derecha existen unas balsas para el regadío, frente a ellas, encontraréis una fuente donde haceros fotos a modo de photo call aquellos que os identifiquéis con su nombre: La fuente del/ la Macarra . En nuestro grupo, dos miembros no dudaron en posar junto a ella, por algo será. Un abrazo Nany y Mostajo ; )

El camino sigue recto en medio del robledal hasta un nuevo cruce. Aquí se toma el de la izquierda, que nos lleva a la salida de la dehesa por otra puerta metálica. Tras pasar la valla, se abandona el robledal, y se entra en un área de matorral y pastos. El camino continua paralelo a una reguera hasta llegar a una pradera por la que discurre un arroyo. Aquí aparecen dos caminos, y hay que seguir por el de la derecha, que lleva hasta el arroyo de la Mata. Se cruza el arroyo por unos prados y tinados donde hay ganado vacuno y equino suelto y se alcanza la fuente del Collado.

Se alcanza la carretera, se salva el collado y se desciende por la misma hasta el puente de El Cardoso, donde  está el acceso al hayedo de Montejo, el río Jarama, y un área recreativa en medio de un pinar.

Dice la leyenda que ciertos carboneros y leñadores de Montejo afirman que el bosque conocido como El Chaparral está habitado por duendes y hadas y que éstas, juguetonas y curiosas, gustaban de engatusar a los visitantes y caminantes del bosque con sus caricias y dulces cánticos. Estos cantos tan melosos y atractivos servían para llevar a los paseantes hasta sus guaridas y convertirlos en animales tales como la lagartija o el petirrojo, con el objetivo de dotar al mencionado bosque de mayor número de habitantes y lograr así mayor encanto.

Fuera así o no la llegada de fauna al Hayedo de Montejo, lo cierto es que por el año 1.460 el pueblo compra a un noble de Sepúlveda el monte de hayas y robles, a orillas del río Jarama, conocido como El Chaparral, hoy el Hayedo de Montejo de la Sierra. Aún así, se produjo algún contencioso por la propiedad de dicho monte. En un principio los señores de Buitrago expresaban que la propiedad era suya, pero cuenta la tradición que el propio Emperador Carlos I de España y V de Alemania dejó bien claro que el citado monte y bosque eran de Montejo.

Aquí me pregunto yo: tanto contamina o degrada una bicicleta como para tener restringido el acceso al Hayedo? Son las bicicletas más dañinas que las oleadas de senderistas que se agolpan a la entrada del área recreativa? Son más contaminantes nuestras ruedas que las emisiones de los automóviles y autobuses que estacionan en las mismas puertas de la reserva? Somos tan incompatibles senderistas y ciclistas que no podemos disfrutar ambos colectivos de un mismo sendero? Si no dejamos bolsas del super repletas de basura, porque nuestro alimento se reduce a un par de barritas energéticas cuyos envoltorios guardamos civilizadamente hasta llegar a casa. Si no abandonamos botellas de plástico de litro y medio vacías porque el agua lo llevamos en camelbacks o bidones.  Si no fumamos, ni hacemos barbacoas durante los trayectos con el riesgo de incendios que eso genera…..  Entonces, porqué tienen ellos exclusividad en su disfrute si ambos pagamos los mismos impuestos? Las respuestas las se, así que seguiremos esperando a que se imponga un mayor respeto por la cultura ciclista y el medio ambiente.

Me desvío de la ruta. Mientras iba cavilando sobre este injusto asunto, el camino se pone bravo. Tras un giro a la izquierda, abandonamos la carretera asfaltada y comienza una larga y tendida subida de otros 16 km. que nos aupará por la ladera vieja, en una serie de zetas que parecen imposibles hasta el pico del Cerrón.

Hay que ver cómo es la naturaleza de engatusadora y zalamera. Nos ha mostrado sus encantos nada más comenzar la ruta, abajo, en el pueblo. Nos ha cebado. Luego nos ha dado un respiro entre pastizales y praderas sin demasiado atractivo, salvo el de rodar por caminos semi vírgenes, que también es una sensación apetecible. Y cuando llegas a lo más duro y más profundo del bosque, cuando agotado levantas la vista y sólo tienes frente a ti las cicatrices dejadas en la montaña en forma de ascendentes zetas,  justo en esa última curva  de non plus ultra, vuelve a hacer acto de presencia, desplegando todo su esplendor,  en una paleta de colores digna de un… -Ohhhhh !!! del grupo en general y un… -Qué espectáculo Julio!! muy particular; )  Un abrazo Paquito, pero relájate, que te va a dar un ataque de «estendalismo» de esos. Confieso que a mí también se me cae la badana al suelo ante  semejantes espectáculos.

En este punto ya no hay retorno. Te has embriagado de colores y has llegado a los confines de las montañas. El regreso por donde has venido, es si cabe más largo que lo que queda por delante, y lo que te aguarda es un serpenteante  camino por La  Loma del Agua Fría,   moteada por infinidad de rojos intensos, a modo de pequeñas hogueras, desde las cumbres donde se disipa la niebla hasta el valle. El ascenso parece más duro de lo que resulta ser al final. Ciertamente estas montañas poseen una inmensidad que solo es apreciable cuando colocas en el paisaje un elemento de referencia, como por ejemplo un ciclista escalando. Por ello, os invito a buscar con atención los diminutos puntitos que escalan las montañas en las siguientes fotos de paisajes.

Hacemos una parada en un recodo del ascenso,  al abrigo de unas rocas en los Canchos del Agua Fría. Mientras nos reagrupamos, tenemos tiempo de contemplar las montañas y collados que nos circundan,  Macizo de Pico Lobo Cebollera es el más alto. Alguna, llega con tanto tiempo de adelanto que se permite el lujo de echar una cabezadita…. ejem ejem,  y no será la última del día. Un abrazo Nany ; )

Reemprendemos el camino una vez agrupados, tan solo resta un recto tramo de kilómetro y medio, coronado por un fuerte desnivel final, que nos obliga a poner pie a tierra a todos…. menos al de siempre; )                                                      La montaña nos muestra aquí su lado más hostil bajo un cielo gris plomizo, una temperatura gélida y al fondo, recortada, la afilada silueta del espinazo del Alto del Cerrón a 2042 m. donde es de obligado cumplimiento la foto de grupo.

Se acabaron las penurias, o eso creíamos. Nos aguardaba una velocíiiisima  y laaarrrga cuesta abajo durante 16 km, desde el Collado de Calahorra, pasando por el camino de Los Guijarrales ( con este nombre sobran las explicaciones) en dirección a Bocigano. En ella pusimos a prueba frenos y suspensiones sujetando firmemente el culebreo de nuestra bici,  sorteando los impactos de los guijarros que despedían las ruedas contra nuestras piernas y bicis (en alguna ocasión sin éxito).  Una divertidísima y deliciosa  bajada, repleta de rocas y ramas camufladas bajo un manto de hojas secas. Los asiduos al MTB saben el dolor que sufren los cuádriceps debido a la tensión de las bajadas largas y el incómodo y hasta doloroso acalambramiento en las manos, provocado por las fuertes vibraciones,  tratando de sujetar con firmeza la dirección de la bici. Así llegamos abajo, con las piernas doloridas y sacudiendo las muñecas. A esas velocidades no te detienes a tirar fotos. Así que las siguientes imágenes , corresponden a la senda recuperando en parte su horizontalidad en la Majada de los Herrenes. Otro precioso bosque entre tapias, fincas y callejas que tanto me gustan.

La senda finaliza en la carretera que sube hasta el Puerto de la Hiruela. Otros 10 km de ascenso, que si bien no son rampas excesivamente duras, nos cuesta trabajo coronar debido a los sucesivos «tercios de varas » que nos han colocado durante la jornada. Nos han desbravado bien. Como de costumbre, «Tempus Fugit», así que desechamos la idea de bajar por praderitas y caminos inciertos hasta el punto de inicio en Montejo de la Sierra. Y «alguna» , tras un nuevo sueño reparador,  se lanza carretera abajo, poniendo punto final a un nuevo  Reto del Rutón del Copón.

P.D. Se cumple un año de este blog. Gracias a todos los que reserváis vuestro tiempo para echar un vistazo y comentar me vuestras impresiones.

El resto de las fotos en Flickr:

https://flic.kr/s/aHsknwNHcj

El vídeo en Vimeo:

El track de la ruta en Wikiloc:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11133835

Un saludo bikernautas

Marter